La semana pasada Italia comenzó a ponerse realmente seria con ChatGPT y su política de privacidad, llegando incluso bloquear el acceso dentro de este país. El responsable de protección de datos de este país hacía referencia a la poca justificación que hacía OpenAI de la recopilación de datos personales o de uso; e incluso de que no exista un buen control para que los menores de 13 años puedan entrar en el servicio.
Para poder comprender un poco más estos motivos, hemos querido acceder a la política de privacidad que publica OpenAI; para analizar los datos que se van recopilando cada vez que usamos ChatGPT o ChatGPT Plus y también el destino que puede tener. Y es que estos datos se deben consultar siempre antes de crear una cuenta en OpenAI; pero a veces todos las aceptamos sin leer ni una sola línea en cualquier tipo de servicio.
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ChatGPT recopila más datos de los que pensamos
Lo primero que nos ha sorprendido de la política de privacidad que han publicado es lo escueta que puede llegar a ser con respecto a otros servicios que explican de una manera mucho más detallada el empleo de todos estos datos. En la primera parte especifican que a la hora de crear una cuenta se recopila información personal como el nombre, la información de contacto, los datos de conexión como el propio navegador o la dirección IP. Mientras se está empleando ChatGPT se van a ir recopilando todos los datos de uso que puede ser la parte más polémica.
En concreto según OpenAI se recopilan todos los mensajes que se van escribiendo y las acciones que realiza el usuario. De esta manera, agrupan todas las interacciones asociándolos a los nombres de usuarios que previamente se han recopilado; con el fin de realizar tareas tares de investigación o mejores y analizar los servicios que se prestan. Los fraudes también están en el punto de mira de OpenAI; ya que toda esta información se usará para poder prevenir actividades delictivas y también cumplir con las obligaciones legales.
Datos almacenados sin previo aviso
Toda esta información no se queda en los propios servidores de OpenAI, sino que se proporciona a servicios de terceros «sin previo aviso». En concreto se transfieren a vendedores y proveedores de servicios para poder satisfacer sus operaciones comerciales. Según esta propia política se proporcionan a «vendedores y proveedores de servicios, incluidos proveedores de servicios de alojamiento; servicios en la nube y otros proveedores de servicios de tecnología de la información, gestión de eventos servicios, software de comunicación por correo electrónico y servicios de boletines por correo electrónico, y servicios de análisis web.»
Otro punto realmente llamativo es la recolección de datos personales a través del sistema de cookies utilizando proveedores externos. Y es que según este propio texto, se puede recopilar información de la navegación del usuario incluso después de acceder a la plataforma; con el objetivo de saber donde ha ido un usuario después de escribir un mensaje a ChatGPT, aunque no detallan el alcance que puede llegar a tener. En definitiva son muchos los datos que se almacenan de cada usuario; ya que este servicio al ser gratuito se debe mantener de alguna manera y esta es una de ellas.