Facebook prohibirá las publicaciones que nieguen o distorsionen el Holocausto y comenzará a dirigir a las personas a fuentes autorizadas si buscan información sobre el genocidio nazi.
El director general de la compañía Mark Zuckerberg anunció la nueva política el lunes, el más reciente intento de la compañía de tomar medidas contra las teorías de conspiración y la desinformación antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 3 de noviembre.
La decisión se produjo luego de que sobrevivientes del Holocausto en todo el mundo prestaron sus voces a una campaña dirigida a Zuckerberg donde le pedían tomar medidas para eliminar las publicaciones negacionistas en la gigantesca red social.
Coordinada por la Conferencia sobre Reclamaciones de Material Judío contra Alemania, la campaña #NoDenyingIt (No lo nieguen) utilizó a Facebook para que Zuckerberg escuchara las súplicas de los sobrevivientes, publicando un video al día pidiéndole retirar los grupos, páginas y publicaciones que niegan el Holocausto, así como el discurso de odio.
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Equilibrio correcto
En una publicación el lunes, Zuckerberg dijo que cree que la nueva política logra el “equilibrio correcto” en esbozar las líneas entre lo que es un discurso aceptable y uno que no lo es.
“He batallado con la tensión entre defender la libertad de expresión y el daño causado por minimizar o negar el horror del Holocausto”, escribió. “Mi pensamiento ha evolucionado a medida que visto datos que muestran un aumento en la violencia antisemita, así como lo han hecho nuestras políticas más amplias sobre el discurso de odio”.
Zuckerberg había causado la molestia de la Conferencia sobre Reclamaciones de Material Judío contra Alemania, con sede en Nueva York, y de otros luego de unos comentarios realizados en 2018 al sitio web Recode en torno a que las publicaciones que niegan el genocidio nazi de 6 millones de judíos no serían necesariamente eliminadas. Señaló que no pensaba que los negacionistas del Holocausto se estuvieran equivocando “intencionalmente”, y que mientras las publicaciones no incitaran a daños o a la violencia, incluso el contenido ofensivo debía ser protegido.
Luego de generar revuelo, Zuckerberg, quien es judío, aclaró que, si bien encontraba que la “negación al Holocausto es sumamente ofensiva”, creía que “la mejor forma de combatir el mal discurso ofensivo es con un buen discurso”.