En Shanghái pronto dejará de ser extraño ver coches circular sin conductor. La ciudad ya tiene sus primeros robotaxis en las calles y con toda probabilidad llegarán más. La compañía china Didi Chuxing ha puesto en marcha un servicio comercial de estos vehículos autónomos. Y no es la única. El programa AutoX, de Alibaba, también ofrece transporte en coches de este tipo.
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La ciudad de Shanghái parece ser uno de los centros de experimentación más avanzados en coches autónomos a nivel mundial. Y no solo en la tecnología sino en su puesta a disposición de los consumidores. Los vehículos de Didi Chuxing están destinados a un área en tráfico abierto. Cubren la zona del Automobile Exhibition Center y los distritos empresariales de la zona. Pero también llegan hasta las estaciones de metro y los hoteles del casco antiguo de Shanghái.
En cuanto a AutoX, el proyecto de robotaxis de Alibaba, cubre solo una parte de la ciudad. En este caso se trata del distrito Jiading, pero no es poca cosa. En esta área del noroeste de Shanghái viven 1,5 millones de personas.
#TECNOLOGÍA | Conoce los "Robotaxis"?, vehículos autónomos inteligentes sin conductor que presentan una serie de ventajas favorables para el usuario.
China?? va a la delantera y asegura que podría tener circulando a los primeros "Robotaxis"?antes de que termine este año. pic.twitter.com/3ZCQtE5qcO
— teleSUR TV (@teleSURtv) August 18, 2020
Los taxis autónomos han llegado para quedarse, sin ninguna duda. Y China es uno de los lugares donde parece que se van a poner en marcha de forma más temprana. Otro de los gigantes del país, Baidu, también lleva a cabo sus propias pruebas en tráfico real. El hecho de que la mayoría de estas iniciativas empiecen con aplicaciones de transporte privado podría facilitar la adopción.
Nueva tecnología
En varios lugares se han hecho pruebas en escenarios reales con estos taxis autónomos. Como en una comunidad de jubilados California o en la ciudad de Singapur. Pero tenerlos circulando con un servicio comercial es otra cosa. De ahí la importancia del experimento en Shanghái.
Estos robotaxis no solo han entrado en circulación en las calles. También lo han hecho a través de canales comerciales muy populares, como son las apps de transporte privado. Esto conlleva una mejor aceptación del servicio por parte de los usuarios. La conducción autónoma no se les antoja así algo completamente extraño sino una oferta adicional de la aplicación que ya están acostumbrados a usar.
El usuario tiene la oportunidad de escoger si quiere un servicio de robotaxis o el habitual, con conductor. Es una forma de facilitar la adopción de esta nueva tecnología.
