La Z1 está considerada como la primera computadora mecánica programable del mundo. Fue diseñado por el ingeniero alemán Konrad Zuse entre 1935 y 1936, y se terminó de construir en 1938.
Era una calculadora de acción binaria, que leía instrucciones de cintas perforadas. Sus funciones eran limitadas, pero representó un gran avance para la época. La computadora fue destruida tras el bombardeo a Berlín en 1943, pero hoy en día se puede ver una réplica del aquel equipo en el Museo de Tecnología que hay en esa ciudad.
La Z1 tenía memoria, lógica de punto flotante, unidad de control micro secuencia y dispositivos de entrada-salida, elementos que también están presentes en las computadoras modernas.
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La computadora se podía programar por medio de una cinta perforada. En los hechos funcionaba como una calculadora gigante (pesaba 1.000 kg y tenía unas 20.000 piezas). La máquina podía efectuar sumas, restas, multiplicación y división. A su vez era capaz de leer y guardar información en la memoria. Asi lo publicó Infobae
Tenía una memoria de 64 palabras de 22 bits y dos registros de coma flotante de 22 bits cada uno.La única unidad eléctrica era un motor eléctrico para dar la frecuencia de reloj de 1 Hz (ciclo por segundo) a la máquina, que era capaz de realizar sumas a una velocidad de 5 segundos y multiplicaciones, en 10 segundos.
Se dice que Zuse construyó la computadora en el departamento de sus padres que financiaron el proyecto, junto con su hermana, algunos estudiantes y un fabricante de calculadoras de Berlín.
Además de la Z1, Zuse luego desarrolló, entre 1931 y 1941, las computadoras Z2 y Z3. Estos equipos antecedieron a la computadora ENIAC, por las siglas en inglés de Computador e Integrador Numérico Electrónico, que se presentó públicamente en febrero de 1946 y operó hasta 1955.
La ENIAC podía resolver 5000 sumas o 300 multiplicaciones en 1 segundo, así como calcular la potencia 660000 de un número de 10 cifras. Pero no era capaz de resolver divisiones. La computadora empleaba válvulas electrónicas o de vacío. Las operaciones, como es de imaginar, no se realizaban de manera automática y con tan sólo tocar un botón, sino que era necesario conectar y cambiar los cables correspondientes, tal como sucedía en las centrales telefónicas.