Desde 1958, la NASA ha sido responsable de algunas de las mayores hazañas científicas de la historia moderna. La historia de la exploración no solo ha contribuido a ampliar nuestro conocimiento del espacio, las leyes del universo y la ciencia en general.
También nos ha cambiado la vida: desde el horno a microondas, ropas térmicas, mejores y más seguras técnicas de envasado, comunicación satelital, dispositivos sin cables, detectores de humo o técnicas de imagen usadas en medicina, son algunos de los “spinoffs” producidos por la necesidad de enfrentarse a los problemas del espacio.
Ahora, la agencia espacial ha incursionado en un sector en el que ya tenía experiencia previa. Aunque no muy conocida. Tras la misión Apollo 11, la Nasa desarrolló un proceso llamado "moldeo de goma soplado” que permitía crear cámaras huecas para luego rellenarlas con materiales absorbentes. El objetivo inicial fue crear cascos de vuelo más seguro.
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El ingeniero de la Nasa Frank Rudy pensó en utilizarlo para algo más: zapatillas con suelas huecas que absorbieran el impacto de las carreras y así nacieron las míticas Nike Air
En esta ocasión la Nasa se ha unido al jugador de baloncesto Paul George para crear las PG 3 X NASA y en lugar de usar el moldeo de goma soplado, recurrieron a otro spinoff de la Nasa: la espuma viscoelástica (sí, la misma de los colchones). Gracias a ello se consiguió un calzado muy ligero (menos de 300 gramos).
La suela está inspirada tanto en los cráteres de la Luna como en los patrones de movimiento de George. Llevan un parche de la misión Apolo 14 en el talón y el material y los colores son los mismos usados por los trajes espaciales.