¿Cuál es más inteligente; Siri, Google, Cortana o Alexa?

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El año 2019 se perfila como el del verdadero boom del crecimiento de las ventas de los altavoces inteligentes. Es ahí donde radica en mayor medida el asistente digital o la inteligencia artificial, que ya está presente en los smartphones desde gama media.

A grandes rasgos, un altavoz inteligente es un dispositivo dotado de inteligencia artificial, que nos permite interactuar con la tecnología digital circundante a través de órdenes de voz. Parten del concepto de altavoz, porque en sus orígenes eran sistemas para reproducir música procedente de diversas plataformas y servicios online.

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Pero ahora mismo ya son mucho más que dispositivos de reproducción. Generalmente, incorporan un asistente personal basado en algoritmos de inteligencia artificial. Las grandes empresas pioneras en este terreno son Amazon, que lanzó en 2016 el primer altavoz Echo con su asistente Alexa, Google, con Google Assistant, Apple, cuyo producto HomePod funciona con Siri, y Samsung, con Galaxy Home que contiene la inteligencia Bixby, presentada junto con los teléfonos S8 y S8+.

Resulta curioso medir y comparar el grado de inteligencia de los distintos asistentes, como hace la consultora Stone Temple, que lleva a cabo un estudio basado en formular 5.000 preguntas de cultura general que deben responder los dispositivos.

Como se puede comprobar en el gráfico siguiente, destaca sobre las demás la inteligencia artificial de Google, tanto la del altavoz Google Home, como la incluida en los smartphones.

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Éxito en ventas

Gran parte del éxito, en términos de ventas, que han tenido hasta el momento los altavoces inteligentes es debido a haber bajado los precios artificialmente, a través de ofertas y promociones. De acuerdo con Deloitte, en Estados Unidos han llegado a venderse unidades a 25 dólares y en China a 15 dólares, dentro de diversas campañas promocionales.

Y, sin embargo, no dejan de ser productos de lujo, que quedan fuera del alcance de las rentas más bajas, de forma que, sin una política de precios adecuada, grandes masas de consumidores potenciales quedarían excluidas del mercado.

La solución es conseguir que los clientes potenciales asocien el producto con una necesidad o, en suma, que le encuentren una utilidad, más allá de lo divertido o pintoresco que pueda resultar hablar con una máquina. Este es otro problema. Los asistentes de voz -el verdadero valor añadido de los altavoces inteligentes- llevan ya un tiempo incorporados a otros dispositivos de uso cotidiano y, sin embargo, en gran medida no son utilizados.

¿Cuánto falta para que estos sistemas inteligentes se introduzcan definitivamente en nuestras vidas? Puede que esta primera oleada no sea más que una tendencia de moda, que en poco tiempo pierda fuerza. Lo cierto es que lo altavoces y los asistentes personales son una experiencia de interacción entre el ser humano y la inteligencia artificial. Y está claro que las máquinas inteligentes están aquí para quedarse.