Los robots sexuales son una realidad que no podemos ignorar y existen desde hace ya algunos años. Sin embargo, es necesario explorar los cambios que pueden traer para nuestra sociedad. Debido a esto la doctora Marina Adshadeescribió el libro Robot Sex: Social and Ethical Implications.
En él intenta predecir lo que sucederá cuando estos robots formen parte de nuestra vida cotidiana.
Como explica, no es fácil hacer predicciones porque las tecnologías siempre generaron cambios sociales, no siempre esperados. La llegada del internet y las computadoras cambió la forma de relacionarnos y también de conocer parejas, por ejemplo. Algunas cosas son fáciles de adelantar: probablemente estos robots hagan que los jóvenes se casen menos, cubriendo las necesidades sexuales con la tecnología. ¿Pero siempre será así?
Los cambios del matrimonio en el pasado
A principios del siglo XX las mujeres comenzaron a trabajar fuera del hogar. Nuevas tecnologías para las tareas domésticas llevaron a la posibilidad de pasar más tiempo fuera de sus casas. Así, gradualmente, ya no había una explicación para que una mujer fuera solamente ama de casa cuidando las tareas del hogar y eso llevó al matrimonio simplemente por amor, compañía y relaciones sexualesrevolucionará el matrimonio como lo conocemos.
Cuando aparecieron los anticonceptivos, muchas personas decían que los hombres ya no tenían incentivo para casarse: podían tener relaciones sexuales sin embarazos o enfermedades (con la aparición del preservativo).
Las mujeres, por su parte, se admitieron como sujetos sexuales que sienten placer más que solo como madres o esposas. Pero el matrimonio sigue existiendo a pesar de las predicciones, así que los robots quizás solo cambien la forma de relacionarnos, pero no hagan desaparecer la institución.
La teoría de un matrimonio exitoso
Siendo que el acceso fácil a las relaciones sexuales es una de las variables para el matrimonio, muchos creen que con la llegada de los robots ya no será necesario casarse. Sin embargo, Adshade tiene otra teoría al respecto. Según ella, la elección de una pareja compatible sexualmente es una traba para casarse.
Quitando esa necesidad de encontrar a alguien con quien tener buen sexo, podemos lograr un matrimonio exitoso incluso si la atracción sexual es menor. Los robots cumplirán la función sexual y el matrimonio cubrirá otras necesidades.
Podríamos argumentar que eso podría suceder incluso sin robots sexuales, con relaciones abiertas, y es totalmente cierto. Pero la tecnología podría ser la encargada de visualizar las posibilidades. Una vez que las personas separen la atracción sexual del matrimonio, quizás las relaciones extramatrimoniales sean bien vistas.
Por otro lado, un robot quita la presión social del engaño y el adulterio. La institución matrimonial podría servir simplemente como organizadora del hogar, dado que facilita pagar cuentas, hacer trámites y conseguir compañía no sexual.
Quizás los robots sexuales no cambien por sí solos al matrimonio, pero quizás sean una de las formas introducidas para llevar adelante cambios ya en proceso. Hay personas que quieren terminar con la monogamia, otros prefieren las relaciones abiertas. No sabemos qué sucederá con la institución matrimonial, pero tendremos que esperar para verlo.