SAN FRANCISCO (AP) — Apple está cooperando con las autoridades estadounidenses en las investigaciones sobre su práctica secreta de hacer más lentos los modelos antiguos del iPhone, un tema que ha causado enorme frustración entre los consumidores.
La compañía confirmó que las pesquisas están en curso luego que tanto The Wall Street Journal como Bloomberg reportaran que el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores están indagando cómo los inversionistas resultaron afectados por la situación.
Un nuevo software difundido en el 2016 aletargaba a los modelos viejos del iPhone cuando se les iba agotando la batería, a fin de evitar que se apagasen abruptamente, pero Apple no reveló lo que estaba haciendo sino hasta diciembre.
La empresa desde entonces se ha disculpado y ha estado reemplazando las baterías de los iPhones antiguos cobrando sólo 29 dólares, 50 dólares menos que el precio regular.
Por otro lado, la obsolescencia programada es un concepto que se ha popularizado en la industria tecnológica. En simple, se trata de una estrategia de las empresas para "forzar" a que sus productos de años anteriores dejen de funcionar bien de manera artificial.
Esta teoría se refuerza por la denuncia de un usuario de Reddit quien reclamó porque su iPhone 6S se puso muy lento en las últimas semanas. No es la única persona que siente que sus modelos se ralentizaron.
Los creadores de Geekbench, herramienta para medir el rendimiento de smartphones y tablets, se lo tomaron en serio y analizaron los resultados de miles iPhones 6s funcionando con diferentes versiones de iOS para entender qué sucede.
Los resultados de sus pruebas aseguran que los iPhones con baterías degradadas por el uso se vuelven más lentos después de actualizar, pero esto tiene una explicación lógica.
Según Geekbench, Apple podría limitar la velocidad de los teléfonos viejos para evitar que consuman más energía y que, por tanto, se vea perjudicada la autonomía de manera considerable. Si el procesador anda más lento, consume menos energía.