No es la primera vez que se anuncia el desarrollo de un papel inteligente que, una vez usado, puede borrarse en el acto y ser utilizado de nuevo. Así, a finales de 2014, la Universidad de California, en Riverside, presentó un sistema que empleaba tintes químicos y luz ultravioleta para resaltar el texto que se había escrito sobre una hoja especial coloreada. Cuando esta se calentaba, el mensaje desaparecía.
Tres años antes, el Instituto de Investigaciones sobre Tecnología Industrial de Taiwán ya había mostrado un papel electrónico que permitía eliminar el contenido y volver a imprimir otro fácilmente hasta en 260 ocasiones. Otras técnicas, como la que en 2017 publicaron unos científicos chinos y estadounidenses en Nano Letters, usan hojas fotosensibles sobre las que se puede imprimir directamente con luz. Con el tiempo, el mensaje se esfuma y la superficie puede utilizarse de nuevo.
Uno de los problemas con estas tecnologías es, precisamente, que los textos e imágenes que se plasman sobre estos soportes tienden a desvanecerse en poco tiempo. Otro, que, en general, solo permiten incluir motivos monocromos. Pues bien, un grupo de investigadores de distintos centros tecnológicos chinos, coordinados por Qiang Zhao, un experto en electrónica orgánica de la Universidad de Correos y Telecomunicaciones de Nankín, ha diseñado un nuevo tipo de papel y una tinta especial que, cuando se utilizan conjuntamente, no solo hacen posible que se muestren varias veces imágenes y textos en color en una misma hoja, sino que estos perduren durante más de seis meses.
Más barato y ecológico
Según explican en un estudio en la revista Nature Communications, tras reutilizar una de estas láminas ocho veces –un empleo que consideran conservador– han estimado que el coste por impresión de su sistema supone aproximadamente una quinta parte del de inyección de tinta que en la actualidad usan muchas impresoras.
El soporte que han desarrollado es una lámina multicapa compuesta por varios polímeros sobre los que se ha aplicado una sustancia química que reacciona con las sales metálicas que utiliza la tinta. Cuando esto ocurre, se producen siete colores distintos. Durante el proceso, Zhao y sus colaboradores emplearon una impresora de inyección convencional. Las imágenes y los textos se pueden borrar simplemente añadiendo otro compuesto al pliego.
Este mismo equipo de expertos ha presentado otro tipo de papel reutilizable que usa agua como tinta. El sistema, aún en sus primeras fases de desarrollo, solo permite obtener impresiones en un color, pero reduce los costes de impresión a una décima parte de lo que es habitual con el citado sistema de inyección.
En su ensayo, los autores explican que, durante siglos, el papel ha sido el medio más importante para conservar datos y extender la civilización. "Aunque en la últimas dos décadas distintos soportes electrónicos han irrumpido en nuestro día a día, sigue siendo fundamental en la comunicación y la difusión de la información. Sin embargo, su uso tiene un importante impacto medioambiental", añaden. Ahora, esperan que su avance contribuya a aliviar la huella ecológica de los actuales sistemas de impresión.