Razer ha anunciado en Londres su nuevo dispositivo pensado para jugar a videojuegos y que ya se había filtrado ayer: el Razer Phone. Se trata de un móvil, no de un portátil ni de una consola que sirve como competencia de la Apple TV ni de unos accesorios punteros para jugar en el ordenador.
Min Liang Tan, CEO de Razer, ha repasado toda la trayectoria de la compañía durante los últimos años, desde el lanzamiento de sus primeros ratos para gamers hasta la producción de ordenadores portátiles, pasando también por sus programas dedicados para estos productos. Y algo que en Occidente no se tiene mucho en cuenta, su divisa digital para que los jugadores asiáticos que no tienen una tarjeta de crédito puedan comprar online con créditos adquiridos en tiendas físicas.
Estamos ante una compañía dedicada a sus accesorios y a sus ordenadores, pero que también están creando servicios y suscripciones online. ¿Por qué han anunciado ahora un móvil?
La respuesta se entiende en el marco de sus servicios y del resto de sus lanzamientos de hardware: si ya tienen una buena posición en el mercado de los portátiles de gaming y en el de los accesorios, esto es lo que tocaba ahora.
El Razer Phone sin duda es una de sus apuestas más arriesgadas hasta el día de hoy.
Llevaban ya un tiempo rumiando la idea, desde luego, pues compraron a Nextbit y su teléfono, el Robin, un prometedor móvil 'indie' que todo el mundo alabó y que casi nadie compró porque así es como funciona la injusta industria de los smartphones: o eres un grande o tienes dinero para convertirte a largo plazo en uno o te pasa esto.
¿Pero qué tiene este teléfono de especial?
Para empezar, el Razer Phone no anda corto de potencia:
Un procesador Snapdragon 835, el actual tope de gama- 8GB de RAM (más que nadie ahroa mismo-
Una batería de 4.000mah, una burrada a la altura de Huawei, con carga rápida- Capacidad de almacenamiento interno de 64GB (ampliables por microSD)-
Dos cámaras traseras, un gran angular a 1,75f de apertura; y una secundaria a 13 megapíxeles y 2,6f para hacer el ya típico zoom y efecto retrato-
Dos altavoces estéreo frontales con certificaciones de Dolby Atmos y THX- Android 7.1.1 (no tiene la última versión
Lo más interesante sin embargo es su pantalla de 5,7 pulgadas, con panel IGZO (un tipo de LCD), resolución QHD (1,440 x 2,560) y, lo más imporatnte, que funciona a 120 hertzios. Es la misma tasa de refresco del iPad Pro de 2017 y lo que consigue es que las animaciones y efectos de la interfaz del teléfono resulten mucho más fluidos al ojo humano.
Es algo difícil de explicar si no se ve, como ocurre con el efecto 3D, pero que el típico gamer de ordenador de miles de euros valora mucho, pues las imágenes de los videojuegos se ven mucho más fluidas y, por ello, mejor. Esta es la característica de hardware que hace que este teléfono pueda catalogarse como de 'gaming'.
A esto hay que sumar una tecnología llamada "Ultramotion" que sincroniza la frecuencia de pantalla y procesador gráfico (Adreno 540, por cierto) para que la fluidez de la imagen sea constante y fija, de modo que no se noten los bajones de rendimiento que, por narices, siempre ocurren en los juegos por cuestiones de optimización.
Del mismo modo, se podrá configurar qué potencia usa el Razer Phone con cada juego: si uno no está optimizado para 120hz, se puede jugar a 60hz sin problemas, pero también rebajar la frecuencia de los optimizados a 90hz, por ejemplo, para no gastar tantos recursos. Si a esto se suma la tecnología Ultramotion, se supone que debería ir fluido sin tirones ni que se note la diferencia.
Los objetivos de Razer con este dispositivo están muy claros: llegar a su fans más acérrimos y, de ahí, intentar calar entre los jugadores de móvil. Sin embargo, meterse en el mundo de los móviles es algo muy complicado y costoso. Veremos cómo les sale la apuesta, que no es poco arriesgada.
Aunque la compañía tuvo cierto éxito con su gama de Shield, el tablet, que luego fue un dispositivo híbrido y que ahora es una consolita que también sirve para ver Netflix y hacer streaming de tus videojuegos de ordenador; aquí hablamos de algo mucho más concreto y en el que hay una competencia voraz. Pero el público gamer es fiel, y nunca se sabe por dónde puede tirar, así que no demos por muerto al Razer Phone antes de nacer.