"Aparato volador individual" es el eufemismo que encontró un emprendedor de Silicon Valley, la meca de la tecnología y la innovación mundial, para bautizar a una moderna solución en términos de movilidad. Movilidad: concepto que además de definir la cualidad de lo movible asume la condición de transformación de las estructuras urbanas, establecidas y colapsadas. Por eso los modelos futuristas, por eso vehículos autónomos, por eso los autos voladores. "The Flyer" es el aparato volador individual o, en la coyuntura actual, un auto volador, aunque no se le parezca.
Kitty Hawk es la compañía responsable de este entusiasta proyecto. En un reciente comunicado publicado en su sitio web celebró: "Estamos anunciando nuestro primer prototipo de The Flyer, un aparato volador personal que estará a la venta hacia fines de 2017". El cráneo que se encubre detrás de la firma es el cofundador de Google, Larry Page, quien invirtió una fortuna en una empresa de innovación que no por casualidad lleva el nombre del primer avión de los hermanos Wright.
Definirlo auto es ambiguo. Porque carece de ruedas y es unipersonal, solo permite el paseo de un solo ocupante. Simula ser, en verdad, un drone gigante con capacidad para transportar un humano. En el video difundido se distingue el esqueleto del prototipo: una plataforma y dos pontones; y se aprecia cómo despega y avanza sobre una superficie acuática. También asemeja su mecánica al sistema de propulsión vertical de un helicóptero. Sus prestaciones: cien kilos de peso y 40 kilómetros por hora de velocidad promedio gracias al impulso suministrado por ocho rotores.
Desde Kitty Hawk sugieren que su sistema de control es tan sencillo que se aprende a pilotar en pocos minutos. Precisa de un certificado de manejo más modesto que una licencia de pilotaje convencional: exige una licencia de vehículo de recreo ultraligero para ser utilizado en áreas rurales de los Estados Unidos. Su lanzamiento oficial estima concretarse antes de que finalice el año, bajo un precio que aún no fue develado por Sebastian Thrun, ex responsable del proyecto de autos autónomos de Google y actual líder de la compañía, así lo informa Infobae.
El Kitty Hawk Flyer es, por ahora, un prototipo. El vehículo que será producido en serie duplicará las hélices impulsadas por un motor eléctrico y será capaz de mantenerse flotando con el mismo software de compensación que coordina el traslado de los drones comerciales. Por eso más que un auto volador, para la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos el aparato es considerado una "aeronave ultraliviana".
La presentación de este concept es oportuna. La industria de la movilidad viene anunciando con exagerada pretensión la construcción de autos voladores, con promesas a cumplir en plazos medianos. La compañía eslovaca AeroMobil Flying Car exhibió en una feria de Mónaco el AeroMobil, su interpretación del auto volador, con perspectivas de entrega en 2020. Los taxis-drones de Dubái, los modelos de Airbus y de la firma alemana Lilium, los ejemplos desbordan. Las maneras para moverse en el futuro miran hacia arriba.