No es una sorpresa que Apple se tome la privacidad de sus usuarios muy en serio, ya sea frente a la CIA, el FBI o, como en este caso, Uber.
Según The New York Times, el presidente ejecutivo de Apple, Tim Cook y Travis Kalanick, quien tiene el mismo cargo en Uber, mantuvieron una reunión en 2015 en la cual el servicio de choferes a pedido fue acusado de etiquetar a los usuarios de su app y de continuar rastreando su ubicación incluso cuando ésta hubiese sido borrada de los teléfonos.
"He escuchado que has estado rompiendo algunas de nuestras reglas", habría dicho Cook en un tono calmado a Kalanick según el Times. El ejecutivo de Apple le habría pedido al de Uber que modificara el app o que se atuviera a las consecuencias: Apple estaba dispuesta a sacarla del App Store, lo que significaría millones de dólares en pérdidas para el servicio.
Uber negó que hubiese estado utilizando la aplicación para rastrear a los usuarios, y aseguró que se implementaba como medida de seguridad anti fraude.
"No seguimos absolutamente a ningún usuario individual o su localización si han suprimido la aplicación" dijo Uber en una comunicado. "Como apuntan las notas del New York Times, esta es una forma típica de evitar a los defraudadores que carguen Uber en un teléfono robado, ingresen una tarjeta de crédito robada, tomen un paseo caro y luego limpien el teléfono una y otra vez. También se utilizan técnicas similares para detectar y bloquear inicios de sesión sospechosos para proteger las cuentas de nuestros usuarios. Esto permite reconocer a los delincuentes cuando intentan volver a nuestra red. Es una medida de seguridad importante tanto para Uber como para nuestros usuarios.
Según CNET, Uber ya ha sido acusada antes de utilizar su software con fines poco ortodoxos. Recientemente fue acusada de utilizar una herramienta secreta llamada Greyball para frustrar esfuerzos de las autoridades que intentaban conocer si la empresa violaba regulaciones locales. La empresa dijo que ya había dejado de utilizar estas herramientas.
En 2014 Uber también fue acusada por utilizar una característica llamada "God View" para rastrear la ubicación de un reportero sin su conocimiento, lo que puso en jaque el tratamiento de la privacidad de sus clientes y hasta le valió una llamada de atención de Senado de EE.UU., que hizo que la empresa revisara sus políticas.
Este no está siendo un año fácil para Uber, que ha tenido que lidiar con varios problemas que le han llevado a perder usuarios en EE.UU. a favor de Lyft.