Nintendo decidió ir a la contra en el año 2006, cuando lanzó una consola que dejaba de lado los mandos tradicionales y cuya principal característica era el control basado en movimientos. Una apuesta, la de no seguir el camino marcado por la competencia, que ha mantenido hasta la actualidad con su nueva y flamante Nintendo Switch.
Las cifras de Wii, una consola distinta dirigida a un público amplio no necesariamente jugón, le dieron la razón a la compañía: logró vender más de 101 millones de unidades a nivel mundial y se convirtió en su consola de sobremesa más exitosa tras la NES.
Lamentablemente, Nintendo fue incapaz de repetir la jugada seis años después cuando decidió lanzar otra consola poco convencional, la Wii U, que incluía un mando con pantalla. A pesar de contar con un catálogo de juegos más que interesante las ventas han sido un fracaso: menos de 14 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Y aquí estamos, casi 11 años después del lanzamiento de la Wii, en Nintendo siguen empeñados en no luchar por tener la consola más potente, sino aquella que sea capaz de ofrecer experiencias distintas. Llega Nintendo Switch.
Como hemos ido viendo desde que se dio a conocer la consola de forma oficial, la Switch está formada por tres elementos básicos: la pantalla, que podemos considerar como la consola en sí misma; el dock, que sirve tanto para cargar la consola como para conectarla al televisor; y los Joy Con, que son los nuevos mandos.
A diferencia de las consolas de Microsoft y Sony, la Nintendo Switch cuenta con un diseño modular, sencillo y moderno que la convierte en la primera consola de sobremesa que puede transformarse en portátil de esta forma. O bien en la primera consola portátil pensada para ser conectada al televisor y seguir jugando. En todo caso, Nintendo la vende como su nueva consola doméstica.
La consola en sí es una pantalla realmente ligera, similar en aspecto a muchas tablets que podemos encontrar en el mercado. Su peso es de aproximadamente 398 g con los Joy Con acoplados, y tras haberla probado durante horas en mis sesiones de juego puedo decir tranquilamente que no he tenido ningún tipo de problema en este sentido. Es perfecta para jugar en cualquier habitación de casa si no queremos ocupar el televisor, pero también para echar unas partidas cuando estamos de viaje.