Instalamos muchas apps en nuestros móviles, pero al final solamente usamos unas pocas en nuestro día a día, muchas de ellas quedan relegadas en carpetas o directamente las borramos. ¿Te suena de algo?
El último estudio de Apps Flyer se centra precisamente en esta problemática, y es que son muy pocas las apps que consiguen retener usuarios pasados unos días desde su instalación. La realidad es que el interés cae ya en la primera semana y, pasado un mes, menos del 5% de usuarios sigue usando las apps de forma regular.
El verdadero reto de las apps no es que las instalemos, es que nos enganchemos
A priori puede parecer que el hecho de que instalemos una app en el móvil ya es un triunfo para los desarrolladores tras ella, pero lo cierto es que la instalación sólo es el primer paso. De poco sirve si en unos días ya no usamos la app, que es justo lo que refleja el estudio de Apps Flyer.
Los datos fueron recogidos durante el tercer trimestre de 2016 y tomaron en cuenta más de 3.500 millones de instalaciones de 5.000 apps distintas. Los resultados muestran claramente que sólo un pequeño porcentaje sigue usando una app tras la instalación y el interés sigue decayendo con el tiempo.
Las instalaciones se dividen en dos grupos: orgánicas y no orgánicas. Cuando hablamos de instalaciones orgánicas nos referimos a aquellas apps que encontramos y descargamos de forma natural, mientras que las no orgánicas se refieren a las que aparecen como sugerencias o que se nos incentiva a instalar.
Como vemos en los gráficos, las primeras, esas que surgen de forma espontánea, suelen tener una mayor tasa de retención de usuarios, pero no hay una diferencia excesiva.
En el caso de Android, durante el primer día tras la instalación, aproximadamente un tercio de usuarios usa la app de forma activa, pero si nos fijamos en las cifras pasados siete días, éstas caen a un 11,6% en instalaciones orgánicas y al 9,6% en instalaciones no orgánicas.
Si nos vamos al mes tras la instalación, las cifras caen a un 4,5 y un 3,6% respectivamente. O lo que es lo mismo, menos de una de cada diez personas sigue usando una app un mes después.
¿Y qué hay de iOS? Según los datos recogidos, los usuarios de iPhone son más difíciles de enganchar que los de Android, aunque como vemos las cifras van prácticamente a la par, con apenas unos puntos de diferencia.
Con todo, a pesar de que los números no son precisamente esperanzadores, ha habido una mejora con respecto al año pasado. El estudio también concluye que, aunque los usuarios de Android son más fieles a sus apps, en iOS siguen siendo más propensos a gastar dinero tanto al instalar apps como en compras in-app.