Las mejoras realizadas a las sondas enviadas al planeta Venus permitirán alargar el número de horas en las misiones científicas a ese planeta.
Científicos del Centro de Investigación Glenn, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (EE.UU.), mejor conocida como la NASA, mejoró recientemente una operación prolongada de la electrónica sometida a las condiciones del planeta Venus.
Esta mejora es el inicio de la prolongación de la electrónica sometida a temperaturas de 463 grados centígrados y podría permitir nuevas misiones científicas a la superficie de Venus.
Las sondas enviadas a ese planeta solo pueden operar en la superficie del planeta por unas horas, debido a las condiciones atmosféricas que tiene Venus.
Debido a que la electrónica comercial no funciona en ese entorno extremo, el sistema de los últimos módulos de aterrizaje enviados a Venus ha sido protegido por vasos térmicos resistentes a la presión.
Para superar estos obstáculos, los científicos desarrollaron e implementaron circuitos integrados de semiconductores de carburo de silicio que son extremadamente duraderos.
Dos de estos circuitos fueron analizados y probados eléctricamente en el Glenn Extreme Environments Rig que simula con precisión las condiciones exactas de la superficie de Venus.
Con estas modificaciones, los circuitos resistieron a la temperatura de la superficie del planeta las condiciones atmosféricas durante 521 horas, 100 veces más que lo previsto anteriormente.
El investigador principal del proyecto, Gary Hunter, explicó que “este trabajo no sólo permite el potencial para la nueva ciencia en la superficie de Venus y la exploración planetaria, sino que también tiene un impacto potencialmente significativo para una gama de aplicaciones relevantes en la Tierra, como en los motores de aeronaves para permitir nuevas capacidades, mejorar las operaciones y reducir emisiones”.
Por: Telesur