El dolor y la frustración crecen cada vez más en los familiares de Chinandega y quienes conocieron a las 5 personas originarias de Nicaragua; que murieron en el incendio ocurrido en Murcia, España.
La travesía de embarcarse en una mejor vida les costó la existencia a estas personas nicaragüenses, 4 de ellas de Chinandega y 1 de León.
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El 1 de octubre de 2023 era el día en que Erick Alberto Hernández, celebraba sus 30 años de edad, y más de 5 años de vivir en España; luego de haber llegado junto a sus otros 3 hermanos gracias a su madre, Martha Hernández, de 60 años de edad; quien antes de llegar al país europeo trabajaba en una financiera.
Erick, quien estaba de cumpleaños, antes de viajar a España; trabajaba en una pizzería en Chinandega y al momento del siniestro se encontraba en una mesa reservada acompañada por su otro hermano, Sergio Enrique Hernández, su madre, su pareja y una amiga de ella.
Familia adolorida por la tragedia en España
Aún no se ha oficializado cuántas personas fallecieron en total en el incendio; pero se reconoce la muerte de los 5 nicaragüenses.
Tres de los fallecidos (Martha y sus dos hijos) eran habitantes de Monserrat, una vivienda que incluso habían empeñado para poder viajar fuera del país, pero la suerte les escuchó; hasta ese día que nunca olvidarán a sus familias.
Don Carlos Alberto Hernández, padre de Martha, tiene 80 años, padece diabetes, presión alta, discapacidad auditiva y además, no tiene su mano derecha, la cual perdió en un accidente laboral en una desmotadora.
Aunque este hombre de la tercera edad dice que conoce de tragedias, lo que está viviendo lo tiene destrozado; «Yo casi no escucho, pero mi hija me había prometido que todos vendrían de visita en diciembre, pero adelantaron el viaje, porque vinieron antes a mi corazón y aquí estarán por siempre«; dijo el padre y abuelo de las víctimas.
Chinandega se solidariza por lo sucedido
La noticia, que no solo es conocida en Nicaragua, sino a nivel internacional; ha generado cientos de comentarios, incluyendo a los habitantes de Chinandega, quienes al ver lo ocurrido en las redes sociales y los medios de comunicación se compadecen de los familiares.
«Duele mucho lo que pasó, pero a veces las cosas suceden sin previo aviso, y como familia que también somos, sentimos mucho lo sucedido»; dijo Ana Ruiz, habitante de Chinandega.
«A mí me da pena, porque la familia de uno está regada y no quisiéramos que les pasara nada malo«; expresó Martha Tercero, chinandegana.
Se espera tener respuesta en los próximos días, sobre lo que sucederá con respecto a la repatriación de los cuerpos, si vendrán en caja o en cenizas; pero la familia anhela poder darles una sepultura cristiana.