María Espinoza Salas, llora la partida repentina de uno de sus 5 hijos, quien fue alcanzado por una rastra en reversa cargada de productos, cuando colaboraba en la asistencia de varias personas que resultaron lesionadas en un vuelco en carretera Ticuantepe- La Concha.
«Yo lo que pido es que esté preso, porque mi hijo ni en la mediación de la calle estaba»; dijo la acongojada madre.
- De tu interés: Doctor Carlos Argüello, Representante de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya
Como un mal presentimiento, Francisco Javier Salas llamó a su madre un día antes de la tragedia para hacerle saber lo mucho que la quería y felicitarla por su cumpleaños.
«El se despidió, seguro sintió que algo iba a pasar porque el martes me llamó, me dijo felicidades mamá que cumplas muchos años más y que Diosito me la tenga otros años más para que esté con nosotros (hermanos de la vítima) y yo ya no lo vi vivo, solo su voz me resuena en mi cabeza»; continuo la mamá.
Madre llora la muerte de su hijo en La Concha
También, se destaca que el muchacho llegó hace 6 meses a casa de su abuelita, ubicada en el municipio de Ticuantepe.
Su madre recuerda el sueño que tenía, conseguir un trabajo estable. «El me dijo que se iba a entregar a las cosas de Dios, iba a dar la primera comunión y la confirmación y pensaba trabajar en la iglesia y ya ves que ayer me llamaron que estaba fallecido»; continuó.
Su familia lo recuerda como un joven humilde, amistoso, amable, servicial y trabajador. «Era tan servicial que andaba dejando agua al más necesitado, así murió él, sirviendo»; finalizó la angustiada madre.
El muchacho era soltero. La mamá espera que esta situación lleve a los conductores a reflexionar sobre su conducta en las carreteras para que no se presente otra desgracia como la ocurrida en La Concha.