Nicaragua sigue en conmoción por la tragedia que ocurrió el lunes en el trayecto entre la comunidad La Rica y San Sebastián de Yalí, en Jinotega; al norte del país. Un accidente de un bus que cayó en un barranco, provocó la alteración de varias abejas que se criaban para la producción de miel, mismas que provocaron la muerte de al menos seis personas.
Aparentemente, el bus perdió el control por desperfectos mecánicos y se salió de la vía; cayendo en un cafetal de unos 50 metros de profundidad. Ahí fue que la unidad de bus se pasó llevando unas colmenas de madera que se usan para producir miel.
Las abejas se alteraron y a como lo dicta su naturaleza, atacaron a varios pasajeros que iban en el bus. Entre los fallecidos hay una menor de 8 años.
Eran al menos 45 pasajeros los que viajaban hacia La Rica; y quienes sufrieron el ataque de las abejas «asesinas». Todos fueron trasladados al centro asistencial en San Sebastián de Yalí; mientras que los más graves al hospital de Jinotega.
Un dolor espantoso provocado por las abejas
Según estudios especializados en el tema de las abejas, la picadura despierta una reacción que puede comprometer varias zonas del cuerpo, generando desde falta de aire, náuseas, pasando por mareos y pérdida de conocimiento; hasta llegar a taquicardia o un paro cardíaco.
El «shock» puntualmente implica un «trastorno general con una pérdida de la función hemodinámica», vinculado a la circulación y oxigenación de la sangre.
Se puede llegar de dos maneras a este diagnóstico grave que puede llevar a la muerte si no se trata a tiempo: si la persona es alérgica a las abejas y/o por el volumen de picaduras que recibe.
En el caso de la tragedia en Jinotega debió ser por la cantidad extrema de picaduras que presentaban los cuerpos de las víctimas.
«Se para el corazón, se detiene la respiración, el individuo queda rojo e hinchado», señaló Selva Alé, alergista, dermatóloga e inmunóloga uruguaya; que investigó un caso similiar en Uruguay en 2022, sobre el impacto del «shock».