En un fatídico suceso ocurrido el sábado 5 de agosto, la peligrosa Cuesta El Plomo fue testigo de un aparatoso accidente que dejó a tres personas con graves lesiones en todo su cuerpo. Según fuentes oficiales, el conductor de una caponera, José René García, aparentemente viajaba en estado de ebriedad cuando intentó esquivar a un camión cargado de sandías; perdiendo el control del vehículo y volcándose aparatosamente.
La caponera, que se dirigía por la complicada ruta, se convirtió en una escena de caos y desesperación. Los ocupantes de este medio de transporte; cuyas identidades son desconocidas, sufrieron heridas severas que requirieron asistencia médica de urgencia. Rápidamente, el equipo de emergencia de la Cruz Blanca acudió al lugar para brindarles los primeros auxilios y trasladarlos al hospital Lenin Fonseca en busca de atención médica especializada.
Los residentes y testigos de la zona expresaron su consternación y preocupación por la frecuencia de accidentes en esta peligrosa vía. La Cuesta El Plomo, se ha convertido en un escenario recurrente de tragedias viales.
Accidente en la Cuesta El Plomo
«Yo venía en mi caponera subiendo, y cuando miré, él quiso esquivar a un camión con sandías, pero perdió el control y vino a rebotar aquí junto con dos pasajeros que iban graves al hospital. Al parecer el conductor de la caponera iba tomado porque se le veía, lamentable está situación, pero hay que ser responsables»; señaló José Muñoz, testigo del accidente.
De esta forma, las investigaciones están en marcha para determinar las responsabilidades y circunstancias exactas del desafortunado evento. Además, las autoridades instan a la población a conducir con precaución y responsabilidad, evitando el consumo de alcohol al volante y respetando los límites de velocidad; con el objetivo de reducir la incidencia de accidentes en nuestras carreteras.
Esta lamentable noticia sirve como un recordatorio trágico de los peligros presentes en nuestras vías y la importancia de mantener un comportamiento responsable al conducir. Cada vida afectada en un accidente vial tiene un impacto profundo en la sociedad, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para garantizar la seguridad y bienestar de todos los usuarios de las carreteras.