Angustia y desesperación vivieron miembros de una iglesia y habitantes del sector «Las Majadas», luego que se registrara un tornado el recién pasado sábado 4 de septiembre en la comunidad Lechecuagos en el municipio León.
«Estábamos preparando un servicio de jóvenes que aún no habían venido y cuando miramos que venía eso (el tornado) para acá, nos refugiamos en la cocina y la verdad que fue algo aterrador»; dijo Ángel Soza, pastor de la iglesia Evangélica Metodista, Cristo Vive.
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«Nosotros nunca habíamos vivido esto, y solo miramos como venían los techos de las casas y la gente gritaba y fue un milagro de Dios, solo tenemos daños materiales, gracias al Señor»; añadió el pastor de la iglesia.
«Dios nos libró, nos guardó ahí en ese lugar, no nos tocó durante estuvimos ahí en la cocina, oramos al Señor y Él nos guardo»; finalizó Soza.
El tornado dejo destruida al menos 11 viviendas, una iglesia quedo dañada; al igual que un colegio; al lugar se presentaron las autoridades del Gobierno quienes brindaron acompañamiento a las familias afectadas.
«Pensé que solo era mi casita la que se estaba llevando el viento, porque nunca esperaba que fuera un tornado. Mi hija me decía que saliéramos, pero yo le decía que no porque estos vientos nos podían ir a tirar lejos»; expreso Eveling Albenda habitante del sector.
«Estamos agradecidas porque hemos tenido la visita de todos, aquí las autoridades, la policía, los medios, los líderes, la Cruz Roja y de todos hemos tenido respuesta»; finalizó Albenda.
Respuesta inmediata por las afectaciones del tornado
«Mi corazón anda ahí como quietecito, pero al mismo tiempo me recuerdo que terrible, en esta hamaca tenía a mi nietecito y lo primero que hice fue agarrarlo»; manifesto Doña María Alba Hernández, afectada por el tornado.
«Dije, la casa me va a caer encima, pero dije Señor en tus manos estoy, aquí está toda esta familia, pero por obra de Dios aquí estamos, el niño lloraba y decía mamá el viento me está pegando en la cara»; siguió añadiendo Hernández afectada por el tornado.
«Tenemos dos chiquitos a los que les cayeron las ramas de nancite encima y gracias a Dios ahí están por obra de Dios. Damos gracias a todos porque aquí están ya dando respuesta»; finalizó Maria.
Las instituciones que conforman el COMUPRED estuvieron presente y brindando la ayuda necesaria a cada familia afectada; quienes agradecieron a Dios que no hubo víctima que lamentar, solamente daños materiales.