Vivo, pero sin posibilidad alguna de moverse o de responder a su entorno; estuvo por varios días Anthony Jonathan Alemán Gutiérrez de 30 años. Él es un caso de supervivencia tras un fuerte accidente en Managua.
«Me hicieron 37 puntadas en la cabeza y pues lo único malo que me quedó es que me dañé un nervio. Tenía la cara entumecida y me dijo el doctor que con el tiempo se me va a componer. Ya solo tengo el pómulo, la nariz y esta parte del labio (señalando su boca)«; dijo Gutiérrez.
«En el Lenín Fonseca (hospital), en el Bautista y un médico privado me dijo que ese accidente era para quedar muerto. Un doctor me dice, que ya no estaba en raya»; dijo su mamá.
Gutiérrez se sumó a la cifra de motociclistas lesionados, al chocar contra un objeto fijo; el pasado 1 de mayo en Managua.
Detalles del accidente que casi le cuesta la vida
«Un día antes me puse a tomar. Ya tipo 3 de la tarde tomé hasta como las 10:30, 11 de la noche. Me dio por irme a una disco y prácticamente amanecimos, salimos a la 6:00 de la mañana y exactamente cuando ya venía para mi casa, pues dicen que me quedé dormido y sin querer aceleré más la moto. Y nos estrellamos en un poste y sí, lastimosamente venía sin casco. El que yo traía, se lo di a la muchacha que venía conmigo»; expresó.
Nuestro sobreviviente espera que con su ejemplo otros conductores no tengan que correr más riesgos; sobre todo en las aceleradas calles de Managua.
«Ya uno tomado no piensa en nada, más que andar en su bacanal, fregando y todo, pero en realidad deberían de pensar en su familia. Imagínese que yo tengo una hija y ni por cerca pensé en eso, pero gracias a Dios que me dio una nueva oportunidad de vida y ahora solo en ella pienso. Y por eso ya decidí dejar de tomar para que mi vida cambie«; agregó.
Igualmente, recalcó que esta es una situación sumamente difícil, que no se la desea ni a su peor enemigo.
Ahora conduce con responsabilidad en Managua
Este joven ahora conduce con mucha responsabilidad por las calles de Managua; la lección de vida lo llevó a reconocer el amor hacia los suyos.
«Ella (mi mamá) dejó todo por mí. Estuvo día y noche conmigo y pues gracias a Dios semerenda (tremenda) madre la que me dio. A pesar de que yo solo vivía de vago y tomando, pero ya cambié«; finalizó el joven.
Las autoridades policiales brindan recomendaciones todos los días para la prevención de accidentes. La responsabilidad siempre recae en uno mismo.
