Eran aproximadamente las 8:30 de la noche del 18 de junio del presente año. Doña Elizabet del Carmen Picay Urbina se encontraba descansando en su casa, ubicada en el barrio Enrique Smith, en Managua; sin imaginar que Juan Carlos Briceño estaba a punto de robarle hasta sus sueños.
El portón principal de este inmueble tenía una altura de 2.15 metros, que el acusado, con la ayuda de otro sujeto de identidad aún desconocida; escaló para ingresar a la vivienda y comenzar su objetivo.
«El acusado se dirigió al costado sur de la sala, donde se apoderó de una mochila mediana de color negro de la marca MK, valorada en C$500. En su interior, la mochila contenía 400 córdobas, dos cuadernos universitarios valorados en C$37 cada uno, una calculadora científica de la marca Casio de color negro valorada en C$493, así como una cartuchera de color negro valorada en C$20″; se expresó durante este juicio en Managua.
También indicaron que había «un par de auriculares de la marca Samsung de color blanco valorados en 50 Córdobas, tres lapiceros Bic de color azul valorados cada uno en C$10, una grapadora pequeña de la marca Barrilito de color negro valorada en C$90 que se encontraba sobre un planchador metálico de color negro. Una vez que el acusado se apoderó de las pertenencias de la víctima, salió por el mismo lugar por donde ingresó.»
Observan el robo en esa zona de Managua
En el preciso momento en que este hombre, con agilidad de gato, salía de la casa de doña Elizabet, un habitante del sector lo observaba.
«Cuando el sujeto de identidad desconocida lo esperaba afuera de la casa de la víctima, manifestó: ‘dale, maje, apúrate, que aquí está un viejo sapo viéndonos’, refiriéndose a un ciudadano que observó cuando el acusado se bajó por el techo de la casa de la víctima y huyó con dirección este, junto con el otro sujeto.»; expresaron durante el juicio en Managua.
Gilberto Ramírez es el nombre de la persona que presenció todo el operativo que Juan Carlos y su cómplice habían montado para sustraer estas pertenencias. Por esta razón, los agentes policiales lo incluyeron en la investigación; ya que era el testigo principal de los hechos.
En busca de justicia
«Se realizó un reconocimiento de personas donde compareció el señor Gilberto José Ramírez Cajina, de 54 años; testigo de la víctima. Reconoció al acusado Juan Carlos Briceño como la persona que observó alrededor de las ocho de la tarde, bajando del techo de la casa de la víctima en Managua; llevando una mochila de color negro y acompañado por un sujeto desconocido«, afirmó la investigadora María de la Cruz Sánchez López.
La audiencia del Juicio Oral y Público se suspendió a solicitud del representante de la fiscalía, solicitud a la que no se opuso la defensa técnica. Como resultado, la jueza Irma Laguna reprogramó el proceso judicial para el 5 de octubre.