«Quisiera ir al mar, y ya no puedo», Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar

Foto:"Quisiera ir al mar, y ya no puedo", Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar/TN8

El mar era todo para un hombre de 41 años, en Miramar, León, lo conocía como la palma de su mano, los secretos que arrastran las olas y la tranquilidad de sus aguas.

 

Un día en tierra firme, una potente descarga eléctrica casi le arrebata su vida. «Esos cables pasan por encima de los manglares y yo no me fije que estaban pegando en esa rama que yo iba a cortar, pegue el machetazo y recibí la descarga eléctrica, volví en sí y un hijo me estaba haciendo masajes, pero ya estaba reventado por todos lados botando la piel»; señaló.

Nuestro amigo, ese mismo que nació en Miramar, aprendió a bucear a los 9 años, pescador profesional y capitán de lancha se debatía entre la vida y la muerte.

"Quisiera ir al mar, y ya no puedo", Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar
Foto:»Quisiera ir al mar, y ya no puedo», Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar/TN8

Una potente descarga eléctrica casi le arrebata su vida

«Escuchaba voces que me decían vas a sobrevivir porque yo conozco tu corazón quien eres, te voy a dejar vivir y yo le decía sácame de aquí que no quiero estar aquí; yo tenía en mi mente esa seguridad que yo estaba muerto, yo escuchaba que pasaban por mi camilla, pero no podía hablar»; argumentó.

De manera que, el daño fue tal que el 72% de su cuerpo se quemó y 3 dedos le fueron amputados, dos en su pie y uno en su mano.

«Me extraían la piel que iba saliendo, para que no agarrara infección, me hacían sesiones de raspado de la piel que va saliendo y que no sirve y fue muy doloroso, es algo que vive en carne propia y es muy duro».

"Quisiera ir al mar, y ya no puedo", Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar
Foto:»Quisiera ir al mar, y ya no puedo», Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar/TN8

Terrible situación en Miramar, León

La terrible situación lo llevo a recordar que esta era la segunda vez que la energía le hacía una mala jugada, en su infancia accidentalmente hizo contacto con un cable de electricidad.

«Todavía cuando a mí me quitaron el último dedo, entre en depresión no quería comer, no quería ver a mi familia, a nadie. Y como a los 5 días entro alguien y se me sentido a la orilla de la cama y me dijo que no fuera egoísta; porque yo te deje vivir para estar con mi familia no para quitaras la vida», continuó.

En estas profundas aguas, Silvio se trasnochaba, pero lograba sacar el pan de cada. Hoy extraña ingresar a pescar.

"Quisiera ir al mar, y ya no puedo", Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar
Foto:»Quisiera ir al mar, y ya no puedo», Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar/TN8

Labores de pesca

«Por una parte, le pedí a Dios morirme porque ya no puedo trabajar, todavía me siento joven y fuerte para ir al mar. Se me quemaron 3 capas de la piel y hasta ahora que va recuperando, pero me da muchos calambres; yo manejaba con mi mano izquierda y aquí fue que me cortaron el dedo, no puedo apretar el acelerador del motor», comentó.

La pesca se realizaba durante toda la noche y madrugada y mejoraba en el invierno, a diario sacaban 150 libras.

"Quisiera ir al mar, y ya no puedo", Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar
Foto:»Quisiera ir al mar, y ya no puedo», Pescador sobrevive a 230 mil voltios de energía en Miramar/TN8

Silvio vivió todo tipo de peligros en el mar, desde aprietos hasta miedos, pero en su corazón conserva cada recuerdo, cada vida salvada.

Hoy le da una despedida dolorosa a su fiel e imponente amigo; porque está consciente que ingresar al agua reta todos propósitos el cual su ayudador lo dejo en tierra.

Su familia continúa realizando labores de pesca.