Tan solo 21 años, con gustos vinculados a música en inglés y a entretenimiento digital, y fue capaz de estrangular a su propio hermano (paterno) de 7 años. Esto es lo que se conoce de Edward Gaitán, el infame y diabólico asesino de Catarina.
Transcurría el domingo en paz para la familia Gaitán, sin imaginarse que la tragedia cernía sobre sus cabezas, por culpa de un joven que quizás bajo una sustancia alucinógena, o simplemente en un ataque de demencia; fue capaz de acabar con la vida de un inocente pequeño.
La familia se ha mostrado reacia a comentar más sobre la convivencia dentro del hogar, pero algunos vecinos expresaron que Edward, en algún momento, comentó que no sentía cariño por su madrastra y que no le gustaba estar en casa. Según dichos vecinos, él decía que estaba ahí solamente por su papá.
Los actos de este despiadado crimen en Catarina son insólitos.
El día en que el niño se había presuntamente extraviado, en realidad su perverso hermano (paterno) lo atrajo hacia su habitación, donde lo atacó con una piedra, lo asfixió y luego lo ocultó dentro de una bolsa negra; así lo expuso la Policía Nacional este lunes, cuando en tiempo récord mostró la captura de este criminal.
El comportamiento de Edward Gaitán en redes sociales
Edward Gaitán aparentemente tenía una vida normal, de un joven nicaragüense común. Estaba cursando una carrera en una universidad capitalina y a través de sus redes sociales compartía fotos y pensamientos. Algunos de estos últimos, eran algo extraños y hasta perturbadores.
«El dolor no es real, solo son químicos engañando a mi cerebro sobre cómo debería sentirme»; escribió, pero en inglés, en su última foto en Instagram, bajo un efecto blur y en blanco y negro; sumado a una mirada inexpresiva, como ausente de vida.
«Ahora es fácil ver la verdad»; puso en la otra única foto que tiene en su muro. En sus Stories se ve publicaciones crípticas, además de una con varios gatos, que parecía tenerles cariño.
Formación y estudio
Según información de redes sociales, Edward Gaitán cursó su secundaria en un colegio cristiano en San Juan de Oriente, donde se graduó en 2020. Quienes lo conocieron en esa etapa lo describen como tranquilo y sociable, sin señales de violencia.
Una vez que terminó el colegio, trabajó como bartender en el restaurante La Olla de Barro, donde su exjefe y compañeros lo recuerdan como respetuoso y dedicado a su trabajo; motivado por la necesidad de costear sus estudios universitarios.
Sin embargo, aparentemente una vez entró a la universidad, empezó a mostrar cambios en su comportamiento. Aun así, ninguno de sus conocidos se imaginaba que sería capaz de cometer semejante atrocidad.
¿Qué le depara a Edward Gaitán?
El proceso judicial contra un crimen de esta magnitud se llevará a cabo próximamente, donde se determinará su culpabilidad. Y por un hecho tan terrorífico como este, difícilmente su condena no sea otra que la cadena perpetua; según estipulan las leyes en Nicaragua.
Así mismo, se ha ganado el desprecio de toda la comunidad nicaragüense, que ven en este joven a alguien sin escrúpulos; y que merece todo el peso de la justicia.