A comprar pizza para celebrar el cumpleaños de una amiga se dirigía el adolescente que pereció bajo las pesadas llantas de una rastra en La Robelo, sector de Carretera Norte, en Managua; la noche del martes.
La madre, el padre y la hermana de Bryan Isaac Torres Bonilla, muy devastados por lo sucedido; hicieron uso de Crónica TN8 para pedir justicia.
«Queremos justicia porque él mató a un niño, no un animal, lo mató a mi niño, a mi hermanito. Me duele el alma perder a mi hermano»; dijo llorando Katherin Torres Bonilla, hermana de la víctima.
En medio de su dolor comentaron que el menor alquiló la bicicleta en la que circulaba, sin imaginar que la tragedia lo alcanzaría en esa peligrosa Carretera Norte.
Tragedia tras mortal accidente en Carretera Norte
«Hace 3 días hablamos por videollamada, ‘papá me voy a comer este pescado como si tal fuera usted’, porque sabía que me gustaba. ‘Cuídese mucho papito, yo lo quiero, siempre lo voy a querer'»; dijo Evenor Antonio Torres, padre del menor.
Bryan Torres, de 14 años, cursaba su primer año de secundaria en el colegio Rubén Darío y su anhelo era trabajar para ayudarle económicamente a su mamá.
En su momento el conductor implicado detalló a agentes policiales que él estaba estacionado, esperando la luz verde del semáforo, y que al iniciar su marcha, testigos le hicieron saber la tragedia.
«Él me dijo que me iba a ayudar para salir adelante. El que lo atropelló tuvo la culpa. Que quede preso porque esto no puede quedarse así»; dijo Marisela Bonilla, mamá del adolescente.
La familia es acompañada por amigos y vecinos.
En pocos minutos el Instituto de Medicina Legal les estará entregando el cuerpo y con el, un documento que detalla las causas de su muerte.
Los hechos
El conductor identificado como Ron Mendieta, de unos 35 años aproximadamente; será investigado por las autoridades correspondientes.
Miranda, el conductor que se vio envuelto en esta lamentable tragedia, es originario del municipio San Rafael del Sur.
El menor, por otra parte, circulaba a bordo de su bicicleta en la Carretera Norte, en la misma dirección que el pesado vehículo junto a otros amigos. Estos no se explican qué fue lo que realmente sucedió, pues todo fue en cosa de segundos. La muerte fue prácticamente instantánea.
La escena que había en el lugar era dantesca, ya que el cuerpo del infante quedó destrozado de la cintura hacia arriba; razón por la que los mismos lugareños le pusieron una sábana para evitar que los que pasaban o se acercaban, vieran tan espantosa situación.