Pegó el grito al cielo y se salvó de un asalto en Managua (VIDEO)

Foto: Mujer se salva de un asalto en Managua / TN8
Foto: Mujer se salva de un asalto en Managua / TN8

Los gritos de auxilio fueron parte fundamental para que una joven se salvara de ser víctima de robo en una de las calles de Managua. Además, la segura falta de experiencia de los asaltantes influyó en gran manera. Esto es lo que deja en evidencia un video que ha corrido como pólvora en las redes sociales en las últimas horas.

El video, con una duración de 20 segundos, tiene como origen la cámara de seguridad de una vivienda del barrio Arlen Siu, en el Distrito VII de la capital; lugar donde se observa a una joven correr despavorida y pidiendo ayuda.

Al parecer, en una esquina, la que pudo haber sido una víctima de asalto, se encontró con dos sujetos a bordo de una motocicleta, quienes se detuvieron a su lado, bajándose uno con toda la intención de robarle todo lo que ella llevara consigo.

Sin embargo, estos no contaron con que el pánico de esta mujer sería lo que la salvaría.

Foto: Mujer se salva de un asalto en Managua / TN8
Foto: Mujer se salva de un asalto en Managua / TN8

Intento de robo en el barrio Arlen Siu, Managua

Al darse cuenta de que sería asaltada, la joven del video salió corriendo hacia un callejón; pegando gritos como si su vida dependiera de ello.

Uno de los delincuentes salió tras ella con el fin de lograr su objetivo; pero algunos metros más adelante, y tras un último intento de arrebatarle sus cosas, dio marcha atrás y regresó hacia donde estaba su acompañante de fechorías, huyendo ambos con rumbo desconocido en esa zona de Managua.

La mujer, cuyo propósito era ser auxiliada por alguna persona del sector, al final se salvó ella misma. Eso sí, desde las casas se observaron lámparas que alumbraban hacia la calle al momento en que el amigo de lo ajeno había desistido de asaltar a esta joven.

A pesar de la huida del ladrón, la mujer siguió gritando porque temía que estos regresaran. En este punto finaliza el video; pero supuestamente la mujer siguió su marcha después de un rato con los vecinos, ya con los nervios más calmados.