Sangrienta se tornó la madrugada de este viernes para una familia, de la escuela Corazón de María 300 metros al sur sector 3 de la comunidad El Aguacate de Jinotepe, Carazo, luego que un joven de 16 años muriera a manos de su propio padre, todo por salir en defensa de su madre.
«La estocada iba para mí era, yo la que iba a morir; pero mi hijo me defendió y él fue el que la recibió», afirmó Maribel del Carmen Mojica Avellán, de 38 años, cónyuge del autor de muerte homicida del jovencito de 16 años.
Los hechos suceden a eso de las 12 de la madrugada cuando el sujeto identificado como Juan Ramón García Martínez, de 48 años de edad, llegó a la casa de habitación en estado de ebriedad y posiblemente bajo otras sustancias alucinógenas; según indicó la madre de la víctima.
Atroz muerte de un joven en Jinotepe
«Entró agresivo, yo me encontraba acostada tuvimos una discusión y mis hijos escucharon se levantaron y observaron cuando él me estaba asfixiando intentaron defenderme; pero mi hijo mayor sufrió las consecuencias de la agresividad de su padre hacia mí», relató Mojica.
Luego de recibirla es tocada el autor de muerte huyó del lugar, mientras la adolorida madre pedía a gritos auxilio en un camino fuera de su casa, donde el acceso de taxi y otro tipo de vehículos es difícil.
Así mismo, añadió que corrió a pedir auxilio a los vecinos para trasladar a su hijo en un tráiler que pegaron de una moto de dos ruedas; pero afirma la mamá de la víctima que cuando iban llegando a la escuelita dio el último suspiro.
Juan Ramón García tenía cuatro meses de haberse ido para Costa Rica, y recientemente había llegado a su casa de habitación sin imaginar la víctima y su propio padre sería el autor de su muerte.
Por lo tanto, el médico forense indicó que el joven de 16 años falleció por una estocada en la tetilla izquierda, causándole una hemorragia masiva, causa intermedia lesión cardíaca, causa básica por arma Blanca penetrante en tórax interior izquierdo.
Cabe destacar que, el autor de muerte se entregó por cuenta propia a las autoridades, luego que su padre se comunicara vía telefónica con él y le indicara que lo mejor era entregarse a la policía, pues no tenía perdón por el delito cometido.