Con lágrimas en sus ojos, Lesther Liban Navarrete Echeverry escuchaba en el Juzgado Sexto de Audiencia, en Managua, las pruebas con las que el Ministerio Público pretendía elevar la causa a juicio oral y público.
El joven, cabizbajo, negaba cada palabra que salía de la parte acusadora, aunque los hechos eran claros: intentó acabar con la vida de una persona y ahora debe pagar por ese delito.
La representante del Ministerio Público enumeró una a una las pruebas que poseía, el intercambio de información y los elementos que sostenía en sus manos. La primera en declarar sería la víctima, cuyo relato será narrado en el juicio sobre cómo ocurrieron los hechos cuando estaban en un semáforo del barrio René Cisneros, en el Distrito III de Managua.
En su testimonio, la víctima aseguró que el acusado se le acercó con una navaja, diciéndole que siguiera hablando de él y repitiera todo lo que había dicho. Acto seguido, comenzó a lanzarle estocadas, acertando una mientras la víctima trataba de huir y forcejear con él.
Violencia castigada en Managua
Logró avanzar varios metros, pero Navarrete estaba decidido a acabar con la vida de Mario Alexander Zapata. Lo alcanzó y continuó con la agresión, asestándole un par de navajazos más, hasta que unas personas que pasaban por el lugar le gritaron: «¡Lo vas a matar, déjalo!». Entonces, el joven huyó del lugar con su navaja.
Tras escuchar a ambas partes, el juez dictaminó que había suficientes fundamentos para continuar con la causa y seguir el proceso judicial; señalando como fecha de inicio del juicio el próximo 7 de mayo a las nueve de la mañana.
Las partes y los testigos serán citados para la fecha establecida, donde, una vez más, acusado y víctima se verán las caras; aunque en circunstancias muy distintas a las del 11 de marzo de este año, donde una vida pudo haberse apagado en Managua.
