Alejandro César Lacayo Noguera fue finalmente sentenciado a cadena perpetua revisable a los 30 años por el delito de parricidio, luego de que el pasado 18 de abril quemara viva a su madre; Magda de los Ángeles Noguera Vega, en Villa Fontana, Managua.
Además, se le impuso la pena de un año y cuatro meses por el delito de violencia psicológica; debido a los más de 20 años de maltrato que ejerció sobre quien en vida fuera su madre.
Durante el juicio, un perito forense psiquiatra testificó que el acusado no sufría de ninguna enfermedad mental; lo que sugiere que actuó con pleno uso de sus facultades.
En su declaración, la psiquiatra explicó que Lacayo se mostró evasivo y defensivo al ser cuestionado sobre los hechos que llevaron a la muerte de su madre.
Un crimen espantoso en Villa Fontana
El crimen ocurrido en Villa Fontana, Managua, fue descrito como una tragedia que conmocionó a la comunidad. Se señaló que, además de su comportamiento violento, Lacayo consumía alcohol y sustancias alucinógenas en exceso; lo que pudo haber influido en la fatalidad del suceso.
En otra audiencia, una psicóloga forense detalló los más de 20 años de abusos físicos y verbales que Magda Noguera sufrió a manos de su hijo; manteniéndola en un constante estado de miedo y ansiedad.
Tras escuchar todos los testimonios, la jueza del Juzgado Primero Especializado en Violencia declaró culpable a Lacayo; dejando en manos de la justicia la decisión sobre la imposición de la cadena perpetua solicitada.
De esta manera, se hace justicia luego de un largo proceso judicial; en donde ahora el autor de este horrendo crimen pagará por su espantoso delito.