Hay conductores que pagan las consecuencias de la irresponsabilidad de otros; muestra de ello es el caso de Isabel Potosme de 29 años quien viajando en su motocicleta fue impactada por un taxi en el sector de la Embajada Americana, en Managua.
«Esto fue un impacto en mi vida muy grande, tengo dos hijas una de 8 y otra de 4; fueron mi motor para no dejarme caer en depresión»; dice la sobreviviente.
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El hecho quedó captado en las cámaras de seguridad de la institución de Managua; la recuperación fue dolorosa, cuenta la sobreviviente que perdió la cuarta mitad de la masa muscular.
«Cuando llegaron los paramédicos, ellos me cortaron el pantalón y me pusieron en recto el pie para colocar el hueso, me trasladaron al hospital, en el área de shock me estiraron la pierna nuevamente y me empiezan a poner clavo»; continuó Potosme.
Recuerda que los médicos no le garantizaban conservar su pie; hoy después de un año camina y nuevamente circula en moto.
Isabel no fue culpable del accidente en Managua
«Lo más difícil fue que me rasparon y quitarme todo lo malo de la pierna, tuve dos cirugías; la primera para ponerme la platina y los clavos; y la segunda operación fue para hacerme el injerto, me quitaron piel de una pierna para ponerme en la otra», continuó la sobreviviente oriunda de Managua.
Isabel no fue culpable, incluso expertos confirman que las probabilidades de que mujeres se accidenten es mínima.
«La Policía Nacional lleva un registro de los accidentes y si sacamos análisis podemos ver que son los hombres los que mas se accidentan y las mujeres las que llevan una mejor conducta al volante»; dijo Lisseth Valdés Guevara, docente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN.
Con este hecho se confirma que la única protección de los motociclistas en Managua es su ingenio, un casco y el equipo de conducción adecuado
