El caso de la adolescente supuestamente atormentada por demonios en la capital ha generado gran conmoción en el país. Su situación se relaciona con una presunta adicción al juego Free Fire, entretenimiento centrado en la acción y la aventura.
La iglesia evangélica cree en la existencia de los demonios y en la autoridad de los creyentes para enfrentarlos a través de la oración; el ayuno y la fe en Jesucristo.
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«El que imponga manos sobre esa niña tiene que ser una persona consagrada; porque en la Biblia nos narra personas que fueron a orar y expulsar demonios y salieron desnudos, y el diablo se rió en la cara de ellos. Por eso, para hacer estas cosas hay que ser ungido de Dios, estar en ayuno y oración»; dijo el evangelista Oscar Gonzales, del Centro Evangelístico de las Asambleas de Dios.
El Dr. Luis Bravo, psicólogo clínico, asegura que este tipo de casos se presenta en personas de 15 a 35 años.
«Estas personas que dicen tener posesiones demoniacas no tienen nada más y nada menos que aquello que llamamos esquizofrenia paranoide, un subtipo de la esquizofrenia. Su principal característica es que va a afectar la personalidad y otras áreas de la psicología. Sus síntomas se van a observar en síntomas positivos, como lo son delirios y alucinaciones; y los síntomas negativos son los déficit cognitivos. Se va a caracterizar por trastorno tanto de la afectividad como del pensamiento», dijo el experto.
En tanto, la experta en psicología Rosa Chamorro advierte que es necesario realizar un estudio a profundidad; antes de emitir cualquier diagnóstico sobre el estado de la menor.
«Que se haga un historial clínico a esta adolescente para ver cuál es la afectación mental que ella tiene. Hay que indagar qué factores pueden incidir. Si alguno de sus padres atravesó una situación así; si sufre de violencia intrafamiliar, puede ser que esta niña esté llamando la atención», afirmó.
Todos coinciden en que la supervisión de los padres es primordial para evitar estos casos. La población en general lamenta profundamente la situación y hace un llamado urgente a la madre para que busque ayuda de inmediato.
La adolescente pasaba horas jugando, incluso hasta altas horas de la noche, lo que desencadenó convulsiones y posteriormente alucinaciones. Además, se reveló que intentó quitarse la vida en dos ocasiones, una ingiriendo pastillas y otra intentando cortarse las muñecas.
El comportamiento de la adolescente ha sumido a su familia en un estado de constante preocupación y temor; sin poder conciliar el sueño por el miedo a que pueda lastimarse a sí misma o a ellos.
Expertos en psicología recomiendan asistencia médica urgente a menor que asegura estar siendo atormentada por demonios.