Con una mirada perdida y todo cabizbajo, tal vez meditando si acepta o no su culpabilidad, se mantuvo en la sala de enjuiciamiento de Managua el señor Jorge Enrique Roa Mendieta, quien luego de hablar con su abogada defensora pidió la palabra para expresar lo siguiente.
«Me declaro culpable, esto lo hago de forma espontánea, nadie me está amenazando, nadie me obligó, fue decisión mía la verdad».
El delito que este hombre aceptó fue homicidio en grado de frustración, pues el 16 de agosto del año en curso atentó contra la vida de Julio César Dávila Almanza; a quien asestó luego de tres intentos una estocada en el costado derecho del abdomen.
El escenario de la discusión fue el barrio Sierra maestra, la causa calor de tragos, pues Jorge Enrique inició de la nada a ofender a Julio. Según el testimonio de la víctima, el acusado se burlaba de la muerte de sus progenitores y como él le exigió respeto Jorge se molestó e inició a agredirlo.
Mirada perdida en la sala de enjuiciamiento de Managua
Luego que el acusado aceptara su culpabilidad, se vino el debate de pena.
«En ese sentido, el Ministerio Público trae escuchar la declaración del acusado, solicita usted señora juez le imponga al acusado la pena de siete años por este delito».
«Esta defensa va a solicitar a su autoridad lo que es una pena mínima de cinco años, siendo verdad que las penas no son de manera antojadiza, el código penal establece la agravante y la atenuante; en este sentido mi representado tiene como atenuante lo que es la admisión de hecho que ha realizado la mañana de hoy. De igual forma, no cuenta con antecedentes penales, estos se los estaré presentando en este momento a su autoridad».
Los años que este sujeto pasará tras las rejas dependerán de la decisión que tome la doctora Irma Laguna, Juez Primero de Juicio. Dicha sentencia se les estará dando a conocer a Jorge en los próximos días.