Terencio Amador, de la comunidad Wapi, jurisdicción del municipio El Rama, falleció producto de dos mordeduras de serpientes tipo coral cuando, de manera confiada, agarró el reptil, aduciendo que nada le podía hacer la serpiente.
El incidente que llevó a la muerte al adulto mayor fue grabado por otro ciudadano desde un teléfono móvil en una finca donde laboraba Terencio.
Su muerte se dio horas después, cuando el hombre empezó a sentir los efectos del veneno de la serpiente y fue trasladado a un centro asistencial, falleciendo en el camino.
Según versiones de pobladores de Wapi, Terencio Amador decía que las serpientes no le podían causar la muerte ni hacerle daño, porque antes de atraparlas con sus propias manos, él realizaba varias oraciones que lo protegían, acto que, por buen tiempo, supuestamente le favorecía; sin embargo, esta última vez las oraciones no le sirvieron.
Incidente en el municipio de El Rama
«El Chele», como lo conocían en Wapi, primeramente fue trasladado a un centro asistencial de la localidad y, posteriormente, al hospital departamental en Juigalpa, Chontales; donde falleció en el traslado.
Fue ayer, viernes cuatro de octubre, que la familia sepultó a Terencio Amador luego de su muerte por las dos mordeduras de la coral; una de ellas fue en su mano izquierda y la otra en la oreja del mismo lado.