Con desesperación y preocupado por su familia, el señor Gilberto Martín Sierra hablaba sobre el incendio que dejó a su hijo y a otros miembros de su familia con quemaduras graves.
“El vehículo estaba en mal estado; él lo iba a reparar cuando pudiera, pero desgraciadamente la situación está difícil. La verdad es que no sé cómo comenzaron las llamas”, comentó el señor Gilberto, con la voz quebrada por los nervios.
Según los vecinos, el incendio comenzó a las ocho y quince minutos de la mañana, cuando la familia aún dormía. Se presume que el fuego fue provocado por un mal contacto eléctrico en el vehículo.
Bomberos Unidos llegaron al lugar para esclarecer las causas del siniestro, que casi cobra las vidas de una familia entera.
La familia sé salvo de milagro
La familia, conformada por Marco Antonio González Aguilar, su pareja Cintia Vanessa Sánchez, su sobrina Erika Romero y un menor de aproximadamente diez años, hijo de la pareja, todos resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado; según información preliminar.
“Podemos reponer lo material porque lo material se repone, pero una vida no. Gracias a Dios, solo Él es quien la mantiene con vida y con salud. No hay vidas que lamentar”; expresó un familiar.
La familia logró escapar de las llamas al quitar una de las láminas de zinc que colindaba con la casa vecina. Este acto les permitió huir del siniestro, que arrasó con la mayoría de los objetos que se encontraban en la sala de la vivienda.
Las víctimas fueron trasladadas de inmediato en un vehículo particular para ser atendidas por las graves quemaduras que presentaban en todo el cuerpo. El menor sufrió quemaduras en la parte superior del cuerpo, al igual que el señor Marco González.
Esta tragedia dejó cuantiosas pérdidas materiales para la familia y un gran susto, recordándonos la importancia de tener cuidado con los vehículos automotores y siempre buscar la ayuda de un profesional para repararlos.