Difícil fue la vida para una niña de 10 años, originaria de Bluefields, y a la que se le diagnosticó un tumor severo y maligno alojado cerca del riñón. Su madre, Erica Castrillo, recuerda cómo empezó la enfermedad de su hija.
«Ella presentó síntomas de cansancio, decaimiento, dolor en la parte baja de vejiga, entonces la llevé al centro de salud de mi ciudad, me le dieron tratamiento y nada, siguió empeorando, por lo que la llevé nuevamente y la doctora me dijo que tenía una masa no identificada en el riñón izquierdo», señaló su mamá.
Una navidad gris
La navidad pasada pintaba gris para esta chiquitina que se aferraba a la vida
«Desde el 22 de diciembre ya comenzamos con la quimioterapia, me dijo la doctora que recibiría su quimio, operaría y retiraría eso y ver el mejoramiento de la niña», continuó la madre.
Su madre fue su principal apoyo y viajo al hospital Manuel de Jesus Rivera «La Mascota», en busca de atención médica. Cuenta que les llevó 10 meses batallar contra la enfermedad y finalmente podrán volver a casa.
«No pagué nada, absolutamente ni un peso, yo me pongo a decir que gracias al buen gobierno. Si en otra ocasión que mi niña se hubiera enfermado, se me hubiera muerto, porque no tuviera de donde sacar para pagar; ahora con este gobierno que tenemos que todo es gratis, mi niña se recuperó, le doy gracias también a los médicos», expresó.
Una madre y su hija llenas de gratitud
La feliz madre deja claro que esto no sería posible, sin el apoyo del gobierno central y de los médicos del hospital de referencia nacional. «Yo no me quejo de nada, aquí es buenísima la atención, yo vengo de largo y no tengo dónde comer y quedarme, ellos me alimentan y me dan donde estar; ella va estar 5 días aquí, me mandan al albergue, la atención de enfermeros y enfermeras, los baños limpios», manifestó.
Asegura que para poder estar en Managua y cumplir el tratamiento de su hija, la alcaldía de Bluefields costeó los pasajes. «Soy madre soltera y la señora Karla Martin, ella me ha ayudado mucho, me ha ayudado con la niña; así hemos venido a cumplir su quimio», argumentó muy agradecida.
La última quimioterapia que recibió la menor fue este pasado lunes. Los exámenes salieron bien. Su rostro es de felicidad; síntomas no tiene y se muestra feliz de poder regresar a casa, ubicada en el barrio Ricardo Morales Avilés, en esa ciudad.
La niña cursaba su 4to grado, posiblemente este próximo año empezará sus estudios con mayor garra y con todo el ánimo; entre risas aseguró que lo que más anhela es degustar un sabroso rondón.