En los juzgados de Managua se dio continuación al juicio oral y público en contra del acusado Alejandro César Lacayo Noguera, de 44 años, quien es señalado de cometer el delito de parricidio en contra de su progenitora en Villa Fontana.
En este juicio, el Ministerio Público presentó pruebas fotográficas que mostraban la magnitud de las lesiones que ocasionaron la muerte de la señora Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 76 años de edad.
“Ella presentaba quemaduras en varias partes del cuerpo, un intento por parte de ella de eliminar el agente que le estaba causando la quemadura, entonces esto es indicio de que la persona aún estaba consciente al momento de que fue quemada. Pero el mayor daño no estaba ahí, el mayor daño lo encontramos en la parte inferior del cuerpo, por ejemplo, quemaduras de mayor extensión ubicadas en el muslo, rodilla y tercio superior de la pierna derecha. Observamos también una quemadura en ambos miembros inferiores”; expuso Yaroslav Barrios, médico forense.
Terror que vivió una madre en Villa Fontana
Contrario a lo que se pensaba en un inicio, los forenses confirmaron que Alejandro César Noguera estaba en sus cinco sentidos al momento de cometer el crimen.
En su momento, el Ministerio Público alegó que la víctima fue golpeada, rociada con alcohol y quemada a manos de su propio hijo.
El médico forense Yaroslav Barrios expuso minuciosamente varias conclusiones de cómo fue la muerte de la señora Magda Noguera; indicando que fue un acto violento y homicida.
#AHORA | Hoy continuó el juicio oral y público contra Alejandro César Lacayo Noguera, de 44 años, acusado de haber causado la muerte de su madre. El Ministerio Público está presentando pruebas y testimonios que detallan cómo el acusado cometió el crimen.#Nicaragua pic.twitter.com/FAL5aXcTO9
— TN8 Nicaragua (@canaltn8) September 11, 2024
“La occisa, quien en vida fue Magda de los Ángeles Noguera Vega, de 76 años de edad, falleció a causa de una falla multiorgánica secundaria a una sepsis generalizada debido a quemaduras de segundo y tercer grado en más del 50% de la superficie corporal. Esto es una respuesta del organismo ante una infección diseminada, conocida como sepsis, consecuencia de las quemaduras. Si la señora no hubiera presentado esas quemaduras, no habría fallecido por sepsis.
La segunda conclusión es que, desde el punto de vista médico-legal, se trata de una muerte violenta de etiología homicida. Las muertes se clasifican en violentas y no violentas, siendo las primeras accidentes, homicidios o suicidios, mientras que las no violentas son por causas naturales»; finalizó Yaroslav Barrios, médico forense.
La jueza a cargo, Fabiola Betancurt, suspendió el juicio oral y público, y programó su continuación para el día 2 de octubre, cuando se espera la llegada de más testigos; así como pruebas documentales y periciales presentadas por la fiscalía.