El caso por querer más bienes luego de un divorcio y que deja a una mujer como la autora intelectual del asesinato de su esposo y de su hijo mayor en Paiwas, empieza a esclarecerse con el avance de las investigaciones.
Todo inició hace varios años, luego de que Aidalina García se separara de su esposo Odón Gonzales Ángulo, un adulto de 53 años, dueño de varias manzanas de tierras y ganado. Ambos procrearon tres hijos en común. La separación del matrimonio implicó que el esposo de Aidalina le entregara 100 manzanas de tierras, quedando él bajo la guarda y tutela de sus tres hijos.
El tiempo pasó y Aidalina malvendió gran parte de las cien manzanas de tierras, al punto que quería más. Odón Gonzales, su exesposo, decidió comprarle el resto de las manzanas a un buen precio, con tal que él pudiera seguir su vida junto a sus hijos y ella pudiera agarrar la vida que quería.
Fue con el paso del tiempo que Aidalina empezó a ver cómo hacía para conseguir más bienes, sinónimo de dinero, para continuar con su estilo de vida, logrando conseguir a dos mozos de fincas cercanas a la finca de su exesposo.
Mujer como autora intelectual del asesinato de su esposo e hijo mayor en Paiwas
Ambos hombres, de los cuales aún no se conoce su identidad, aceptaron el supuesto trato económico planteado por Aidalina para que desaparecieran de las faz de la tierra al padre de sus hijos.
Y así fue, el pasado 14 de enero, ambos sujetos pusieron como el día del fin de la existencia del ganadero Odón Gonzales Ángulo, llegando a su casa y, a la fuerza, lo llevaron a un platanal, donde lo asfixiaron con las manos.
Minutos antes de la ejecución del crimen, el hijo mayor de la supuesta autora intelectual del crimen, Odón Yofander Gonzales García, de 14 años de edad, habría salido de la vivienda y se dirigió a un cerro a buscar señal telefónica. Lamentablemente, su regreso a casa y el ver que los verdugos de su padre trataban de enterrar el cuerpo lo hizo testigo del crimen, supuestamente orientado por su madre.
Fue ese momento, el ser testigo de ese primer crimen, lo que llevó a que Odón Yofander Gonzales García se convirtiera en la segunda víctima.
Avaricia detrás de un doble asesinato
Son dos versiones las que rodean este segundo asesinato. La primera, que los autores materiales decidieron matar de manera inmediata al adolescente para que no hubiera testigo, y posteriormente tuvieron que confesarle a su patrona del desenlace imprevisto; y una segunda versión, que al agarrar al menor, llamaron a Aidalina, quien supuestamente orientó que no dejaran testigo del crimen.
Odón Yofander Gonzales García murió también igual que su padre, asfixiado por los mismos verdugos.
Aidalina García, al ver la magnitud de lo imprevisto, lanzó su cuartada ese mismo día, dando a conocer la desaparición de su exesposo y de su hijo mayor. Sin embargo, la búsqueda de los vecinos y comunitarios de la zona dio con el lugar donde ambos, padre e hijo, estaban semi enterrados.
La captura de Aidalina García en la comunidad Bocana de Lisawe, en el municipio de Bocana de Paiwas, fue crucial para venir esclareciendo este horrendo crimen impulsado por la avaricia y las ganas de tener más propiedades y dinero.
