Un accidente vehicular se registró en la Cuesta de Wale, del municipio de Santa María de Pantasma, donde Sergio Simón Mena Hernández; conductor de una cisterna cargada con 4,200 galones de combustible, sufrió graves lesiones tras caer a un abismo de aproximadamente 200 metros. El incidente ocurrió mientras Mena Hernández se dirigía desde Managua hacia el municipio de Wiwilí, Jinotega.
Según informes preliminares, la cisterna presentó fallas mecánicas que provocaron la pérdida del control del vehículo. La caída al abismo dejó al conductor con múltiples golpes y escoriaciones en diversas partes del cuerpo; además de una fractura en la costilla derecha. Ante la gravedad de la situación, fue atendido de inmediato por el médico personal del Centro de Salud Adelina Ortega de Pantasma, que llegó al lugar para brindar los primeros auxilios.
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La rápida respuesta de los cuerpos de emergencia fue fundamental para atender la situación. Bomberos Unidos; junto con la Policía Nacional y el Ministerio de Salud (Minsa), se movilizaron al sitio del accidente para coordinar las labores de rescate y asistencia médica. Los equipos de rescate trabajaron arduamente para asegurar el área y facilitar el acceso a los servicios médicos.
Este accidente resalta la importancia de la seguridad vial y el mantenimiento adecuado de los vehículos; especialmente aquellos que transportan materiales peligrosos como el combustible. Las autoridades locales han instalado a los conductores a realizar revisiones exhaustivas antes de emprender viajes largos ya estar atentos a cualquier señal de fallas mecánicas.
Derrame de combustible amenaza a la fauna y flora local
El estado de salud de Mena Hernández es estable, y se espera que continúe recibiendo atención médica mientras se recupera de sus lesiones.
Este accidente provocó un derrame significativo en la zona. Este evento ha generado alarmas entre los agricultores locales; ya que la región es conocida por su producción de maíz y café.
El derrame de combustible representa un riesgo inminente para el medio ambiente y la agricultura local. Los productos químicos presentes en la gasolina y el diésel pueden contaminar el suelo y el agua; afectando la calidad de los cultivos y poniendo en peligro la salud de los ecosistemas circundantes. La infiltración de estos contaminantes en las fuentes de agua podría tener efectos devastadores en la fauna y flora de la región; así como en la salud de los habitantes que dependen de estos recursos.
