Una mañana donde el aire se siente espeso por la tristeza es lo que ocurre en Catarina, municipio de Masaya. La población ha acompañado el féretro hasta su última morada, en el cementerio de esta localidad.
Rostros devastados, lágrimas y un profundo dolor se cierne sobre la familia del pequeño Ollman Gaitán, asesinado cruelmente por su hermano paterno, Edward; quien ya está bajo las autoridades policiales.
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Desde tempranas horas, una multitud se congregó para acompañar a la familia en el cortejo fúnebre. Las calles de Catarina fueron testigos de un mar de personas que, entre sollozos y muestras de solidaridad, caminaron junto al féretro, expresando su dolor y apoyo.
Entre los presentes se encontraban compañeros de clase, maestros de la escuela donde Ollman cursaba primer grado; así como vecinos, familiares y personas de otras localidades que se unieron a la despedida.
Catarina unida ante el dolor
El caso de Ollman ha generado un fuerte impacto desde su desaparición. La comunidad, angustiada y esperanzada en encontrar al niño con vida, se unió en cadenas de oración y esfuerzos de búsqueda.
Sin embargo, la noticia de su trágico final desató una ola de tristeza que se extendió más allá de Catarina.
“No solo perdimos a un niño, perdimos una parte de nuestra comunidad”, expresó conmovida Elizabeth Cano, quien junto a otros pobladores participó en las actividades para darle el último adiós al pequeño. Expresó, además, que “de los niños es el reino de los cielos”.
Francisco Bonilla, también poblador de Catarina, señaló la importancia de apoyar a la familia en este difícil momento: “Ahora más que nunca debemos estar unidos y mostrar solidaridad, porque nadie debería enfrentar un dolor tan grande en soledad. Nosotros teníamos en la escuela al niño; era un niño alegre”.
Un luto muy duro de conllevar
En medio del dolor, la comunidad también busca respuestas y justicia para el pequeño Ollman.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta tragedia. Mientras tanto, el cementerio municipal de Catarina se ha convertido en un lugar de visitas constantes, donde se deja ver el impacto que Ollman tuvo en su corta vida. Flores, velas y mensajes de despedida adornan su tumba, reflejando el amor y el cariño de quienes lo conocieron, así como en las redes sociales.
La partida de Ollman deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado de solidaridad que ha unido a un pueblo entero. Su historia será recordada no solo por la tragedia, sino por la manera en que una comunidad se levantó para despedir con dignidad a un niño que se ha convertido en símbolo de la lucha contra la violencia y el olvido.
El pequeño descansa ahora en paz, pero su memoria seguirá presente en los corazones de todos los que lo conocieron y de aquellos que, a pesar de no haberlo conocido; se conmovieron con su historia.