Isaías Antonio Marenco Canda, se rindió a la muerte después de 11 días en la unidad de cuidados intensivos del hospital Vélez Paiz; esto luego del fatídico accidente en Valle Gothel, donde él junto a su esposa sufrieron un terrible percance y terminaron con quemaduras.
Marenco Canda era motociclista y el pasado 24 de noviembre en Valle Gothel sufrió un fuerte accidente junto a su esposa Silvia Jeaneth Gutiérrez González; quien murió el mismo día, a las 6 de la tarde.
Julia Canda, madre del fallecido, se encuentra en el desconsuelo total. «Él trabajó en un taller y yo le decía a él, hijo, busca cómo trabajar, y enfrentó eso. Hizo su propia empresa, un taller donde le daba trabajo a cuatro personas y a veces buscaba más porque los pedidos eran grandes», aseguró.
Marenco Canda era hijo único y horas antes de la tragedia llamó a su mamá, a quien le prometió frutas frescas para su pequeño emprendimiento.
Además, esta mujer tenía una excelente relación con su nuera. «Ya yo la miraba no como una nuera, sino también como una buena mujer. Cuando yo estaba enferma, yo le decía: ‘acompañame al médico’, y ella siempre iba»; continuó Julia.
Sin resentimiento tras tragedia en Valle Gothel
Resentimiento y venganza son palabras que no están en el corazón de esta familia, porque no guardan malos sentimientos contra la conductora Katia Barrera García, la cual permanece tras las rejas.
Presuntamente, Katia Barrera, conductora del vehículo, hizo una mala maniobra y por eso impactó a la moto conducida por Isaías, quien llevaba de pasajera a su esposa Silvia.
«No le guardo nada de rencor, que Dios la bendiga, que Dios la proteja, que Diosito la guarde, a lo mejor ella también no se siente bien porque son dos vidas»; dijo la mamá de Marenco, tras esta triste noticia registrada en Valle Gothel.
«No siento nada. Yo soy cristiana y lo único que le digo a mi Señor es que la pueda perdonar también a ella»; dijo Alejandra Canda, tía de Isaías.
Las quemaduras que sufrió el matrimonio fueron de segundo y tercer grado. El día del hecho, Isaías Antonio logró ponerse en pie y auxiliar a su esposa, quien se encontraba sobre el pavimento.
Una tragedia que enluta a una familia
La pareja estaba feliz porque el último de sus hijos se promocionaría en este mes de diciembre. Toda la alegría se convirtió en llanto en la comunidad San Pedro, ubicada en el kilómetro 17 de la carretera a Masaya.
«A él le cae gasolina, pero él no había agarrado fuego aun cuando alarmó a su esposa que ella estaba ardiendo en fuego. Él pedía ayuda, que le ayudaran para quitarle el fuego a ella. Gritaba, entonces él se metió para sacarla a ella y fue donde él agarra fuego también»; comentó su tía Alejandra.
La casa que con tanto sacrificio construyeron luce desolada. Todos recuerdan el esmero y entusiasmo que Doña Silvia le ponía a su venta de queso y las ganas de Isaías por ver su taller establecido.
Los restos de este hijo, padre y esposo descansarán en un cementerio cercano a la zona, mientras que su esposa fue sepultada en San Carlos; Río San Juan.