Encuentran a extranjero muerto en su vivienda en la Isla de Ometepe

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La Policía Nacional a través de la especialidad de Criminalística investiga la muerte de un extranjero que fue encontrado sin vida este viernes en su casa de habitación, ubicada en la comunidad San Fernando, en el municipio Altagracia, Isla de Ometepe.

El fallecido corresponde a Wallace Wolfgang de 74 años de edad, de nacionalidad canadiense, quien habitaba solo en su vivienda y al parecer falleció a eso de la medianoche del jueves, amaneciendo viernes.

 

Según versiones de algunos vecinos, el extranjero padecía de diabetes, enfermedad que aparentemente le provocó una úlcera en uno de sus pies. Durante el día pasaba en compañía de dos trabajadores, quienes fueron los que encontraron el cuerpo sin vida de su patrón. 

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“Él se hospedaba aquí en esta vivienda propiedad de Doña Maritza; hasta donde yo sé, él es diabético y tenía una canilla (pierna) enferma. Él vivía solo, es un extranjero que vino a hospedarse aquí en la isla para hacer negocio y otras inversiones. Él no tenia enemigos, siempre fue tranquilo”, dijo Francisco Emilio Mena, vecino del extranjero.

Investigación de la muerte

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Foto: Investigación tras muerte de canadiense en Ometepe / TN8

Extraoficialmente se logró conocer que el médico privado del extranjero dictaminó muerte a causa de un infarto provocado por una serie de padecimientos, aunque serán las autoridades correspondientes quienes certifiquen las verdaderas causas del fallecimiento de este ciudadano canadiense. 

“Según el medico que lo atendía a él, se decía que era un paro cardiaco por múltiples enfermedades como diabetes, presión, problemas con el corazón, infecciones, úlceras; él tenía más de 20 años de visitar Nicaragua y tenía como 8 años de habitar en Ometepe. Yo le trabajaba las 24 horas y otra señora que era la que le cocinaba”, dijo Fidencio José Barrios, ex trabajador del canadiense.

Amigos y conocidos del sector reaccionaron sorprendidos con la noticia, los que aseguraron que Wallace era amigable y servicial. Sus hijos en Canadá serían quienes decidirían qué hacer con el cuerpo.