En medio de consternación y llanto fue recibido el cuerpo del joven Henry Antonio Hernández Calero de 29 años de edad, quien se desempeñaba de comerciante y prestamista y a quien aparentemente asesinaron en el municipio de Jinotepe, aunque hasta el momento no se han precisado más causas de su muerte.
La casa donde habitaba el "vende cocos", a como era conocido en el mercado, se encontraba abarrotada de amigos y conocidos, quienes desde el día de ayer que se supo la noticia acompañaron a sus familiares en esta terrible situación, y fue hoy que recibieron los restos de Hernández, los que fueron entregados por el Instituto de Medicina Legal y trasladados hacia su vivienda, en la Concepción, Masaya.
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Hasta el momento no se especifican las causas que le provocaron la muerte al comerciante, el proceso indica que deberán esperar unos días más para que los especialista, en base a autopsia, determinen las causas.
El cuerpo de Hernández fue remitido hacia Medicina Legal el día ayer jueves, en horas del medio día, luego de haber sido encontrado entre unos matorrales en unos predios baldíos detrás del hospital regional Santiago de Jinotepe.
Pese a que en ese momento no se tenía confirmado que se tratara de Hernández, familiares llegaron a tratar de identificarlo pero debido a su avanzado estado de descomposición no fue posible, sin embargo el 80 por ciento de las características del cuerpo coincidían con la del desaparecido, lo que desencadenó sentimientos encontrados entre familiares.
Su madre, junto a su esposo y otros familiares, lo buscaron por todos diferentes lugares desde el primero de febrero, día en que desapareció misteriosamente.
Hasta el momento se encuentra detenido un hombre en calidad de sospechoso, quien según familiares era pareja del occiso y quien sabía que la victima portaba más de 20 mil córdobas el día de su desaparición, producto de su negocio como vendedor de cocos y prestamista.
Las autoridades esperan el dictamen médico legal para proceder con las investigaciones y lograr hacer justicia ante este hecho indignante.