Un asesinato con odio y sin compasión alguna ocurrió la noche de este domingo en la comunidad Masachapa, en donde perdió la vida el joven Norlan Ramos Velásquez de 28 años de edad.
El sujeto de identidad desconocida le propinó tres brutales estocadas con arma blanca, las que acabaron con su existencia.
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Según testigos, el crimen ocurrió cuando el hoy occiso de oficio pescador se encontraba tomando en un bar de la zona, cuando el homicida le propinó la primera estocada, momento en que Ramos Velásquez corrió en busca de ayuda y el agresor le dio persecución hasta alcanzarlo a la media cuadra de la calle conocida como Los Pescadores, propinándole dos estocadas más.
En busca de ayuda
Claudia Meza, comenta que su familia al igual que vecinos, ya estaban acostados cuando escucharon un sonido fuerte. Decidieron levantarse ya que este sector es tranquilo y no es común escuchar tanto ruido a tan altas horas de la noche.
“Cuando nos levantamos ya el muchacho estaba tirado en el suelo, aún respiraba y tiraba sangre por la boca, pero dicen que el pleito comenzó en un bar, nadie conoce al hombre que lo mató. El muchacho seguramente se vino corriendo pensando que alguien lo iba a rescatar pero aquí todos tenemos los portones cerrados. Nosotros estamos asombrados porque es la primera vez que se da esto aquí”, agregó la señora Meza.
“Como todas las noches estábamos sentadas afuera de mi casa, cuando miramos pasar a un muchacho corriendo y el que iba con un cuchillo iba detrás de él. El muchacho (fallecido) se metió en una casa, seguro buscando refugio pero ya no se pudo hacer nada porque el otro hombre lo alcanzó y al parecer lo apuñaló varias veces, a esa hora pegamos gritos y los vecinos comenzaron a salir”, dijo la señora Zulema Narváez.
La víctima fue trasladada al centro de salud de esta localidad, llegando sin signos vitales.
La Policía Nacional realiza las respectivas investigaciones para dar con el paradero del asesino que se dio a la fuga.
El joven Ramos Velásquez deja a una viuda y a dos menores de edad en la orfandad, que a diario esperaban a su padre en la costa cuando salía del mar con el sustento de cada día.
