La mañana de este martes 4 de junio, una comisión conformada por 10 personas de la Iglesia Católica de la diócesis de Bluefields se dirigían a visitar la comunidad Caño Negro. Nunca creyeron que pasarían con una situación de tanta angustia.
La lancha rápida con un motor fuera de borda de 200 caballos de fuerza y de nombre "Niña Bonita", zarpó del muelle municipal. Al poco tiempo de haber iniciado el viaje y aún estando en la bahía de Bluefields, el motor empezó a dar problemas, momento en que el patrón de lancha decidió revisar el motor.
Minutos después la embarcación de carga de nombre Island Express II salió del muelle municipal, con rumbo a la bocana del Río Escondido.
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Los ocupantes de la pequeña lancha se percataron que el pesado barco venía con dirección hacia ellos, por lo que empezaron a gritar para prevenir al capitán de la embarcación, sin resultado alguno.
En cuestión de segundos el pánico y miedo invadió a los tripulantes de la panga, quienes decidieron lanzarse al agua para evitar ser embestidos por el pesado barco.
Por la poca velocidad que llevaba el barco la situación no pasó a más y solo dejó daños materiales en la pequeña lancha, más la pérdida de ciertas pertenencias de los ocupantes.
Luego de la colisión entre ambas embarcaciones, los ocupantes del Island Express II se percataron que pegaron con algo, lo cual hizo que se asomaran a los bordes del barco, dándose cuenta hasta en ese momento de lo que estaba sucediendo.
Ambas embarcaciones fueron trasladadas de regreso al muelle municipal donde ambas partes, luego de conciliar frente a las autoridades correspondientes, llegaron a un acuerdo de pagar los daños materiales y las pérdidas de las pertenencias de los pasajeros de la panga.
Cabe señalar que ninguno de los pasajeros salió lesionado, pero eso sí, con un gran susto por esta experiencia.
