A eso de las 3:30 de la madrugada de este miércoles, el ciudadano Horacio del Carmen Fernández Talavera de 51 años de edad, habitante de la comunidad La Orilla, en Nandaime, se dispuso a pasar las fuertes corrientes de un arroyo cuando se dirigía a su centro de labores. Jamás se imaginó que ese acto acabaría con su vida.
Debido a las fuertes lluvias que están cayendo en todo el litoral del Pacífico de Nicaragua, este arroyo está lleno y sus corrientes por consiguiente arrastran lo que se interpone en su camino; y a veces el ser humano por mantener su puesto de trabajo se aventura a realizar cosas que no se pueden en contra de la naturaleza.
Horacio fue arrastrado por más de dos kilómetros hacia el sur, sin que nadie pudiese ayudarle.
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Algunas personas que vieron cómo el hombre intentó cruzar, llamaron a las autoridades competentes, en este caso a la Policía Nacional y éstos en coordinación con los miembros de la Dirección General de Bomberos, el alcalde municipal y trabajadores de esta institución, se dieron a la tarea de la búsqueda y rescate del ciudadano que había sido arrastrado.
La lucha fue dura para unos 20 hombres, que recorrieron con dificultad las orillas de este caudaloso arroyo hasta dar con el paradero del cuerpo, el cual se había quedado pegado entre ramas y basura que arrastra este riachuelo en el sector de Los Mollejones, a más de 2 kilómetros de distancia de donde fue arrastrado.
Después de haber encontrado y sacado de las aguas el cuerpo, fue entregado a la desesperada familia que no encontraba qué hacer en ese instante, porque no se esperaban una muerte así de su familiar que por muchos años ha habitado en esta zona y conocía las fuerzas de este arroyo cuando llueve fuerte.
Fernández Talavera habitaba de frente a la entrada a la Finca San Felipe en la comunidad La Orilla, a unos 150 metros de distancia de donde fue arrastrado.
