En Ocotal la Policía Nacional investiga la muerte de un recién nacido a quien presuntamente su padrastro, de 17 años de edad, le habría propinado una brutal golpiza, para luego dejarlo en una cama del cuarto de su casa de habitación.
El reprochable crimen contra un recién nacido de tan solo 22 días de nacido, fue denunciado por la madre Lindari Yulisa Zapata Villavicencio, de 22 años, quien señala como responsable a su compañero de vida y padrastro del infante.
El hecho
“Él se lo llevó para matarlo, yo lo busqué y no lo encontré, cuando regresé a la casa mi bebé ya estaba muerto en la cama del cuarto”, aseveró la dolida madre con un llanto inconsolable.
Presuntamente, el padrastro se habría llevado al niño con rumbo desconocido a eso de las 11:00 de la mañana del Jueves Santo, para horas más tarde regresar con el infante ya fallecido.
Según familiares de la inocente víctima, el menor presentaba golpes en su cabecita, la cara y sus manos cuando fue encontrado por su progenitora.
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Gladis de los Ángeles Olivas, tía de la madre del menor, refirió que su sobrina tenía unos seis meses de convivir con el victimario, quien desde que estaba embarazada le daba maltrato.
“La pateaba, no la dejaba ir a control médico, no quería al bebé desde que estaba en barriga y hasta que le dio muerte a la criatura, se llevó a mi sobrina sólo para matarlo, que se haga justicia por este crimen”, exigió conmocionada por la tragedia.
Adolescente detenido
El adolescente señalado de esta acción inhumana y cuya identidad no fue especificada, fue detenido por la Policia Nacional de Nueva Segovia, quien realiza las averiguaciones de este lamentable suceso. En tanto, que el pequeño fue sepultado en el cementerio municipal.
“Este crimen no puede quedar impune, exigimos justicia por la muerte de este pequeñito que apenas iba a cumplir un mes de nacido el 26 de este mes”, dijo Jaqueline del Carmen Inestroza, amiga de la familia de la víctima.
Por su parte, la tía del detenido identificada como Auxiliadora, refirió que efectivamente la madre del menor convivía con su sobrino a quien ella le brindaba ayuda.
“Me puse la mano en la conciencia y le presté mi cuarto para que se quedara, le compraba la leche y los pañales al bebé, pero nunca me imaginé que por darle posada ocurriría esto, aunque el niño no murió en mi casa, pero ahora señalan a mi sobrino”.
Agregó que le había aconsejado a la muchacha que regresara a su casa con su familia, pero no quiso irse.
“A mí me dolió mucho porque yo llame a la Policía para que se llevaran detenido a mi sobrino, yo lo entregué, ahora su familia nos llama asesinos, pero solo ellos dos saben lo que realmente sucedió realmente y siento su dolor porque también soy madre, tengo un hijo y temo por represalias”, concluyó.
