En la sala del Juzgado de Distrito Penal de Audiencias de Tipitapa se presentó este miércoles acusación en contra de Julio Francisco Espinoza Cerda, presunto autor del delito de homicidio imprudente, hechos que ocurrieron el pasado 17 de febrero en el kilómetro 17.5 de la Carretera Vieja a Tipitapa, barrio La Mocuana.
El acusado conducía un carro Toyota Yaris color rojo, placa M 192191, desplazándose a a exceso de velocidad y en estado de ebriedad, haciendo hizo zig-zag hasta atropellar y matar a Carlos de los Ángeles Molina Urbina. La víctima mortal estaba a la orilla de la carretera, despidiendo a su esposa que se dirigía a misa.
Después de lo ocurrido el irresponsable conductor se dio a la fuga, pero vecinos y amigos de la víctima lo siguieron en vehículos hasta que lo agarraron cerca del colegio Gaspar García Laviana.
Según la acusación, producto del fuerte impacto la víctima pegó con la parte lateral derecha del carro y rebotó contra el vidrio frontal del mismo, llegando a caer a unos metros de distancia, cuando pegó contra un árbol de nim y finalmente cayó al suelo sin vida.
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En la audiencia se presentó David Molina, hijo de la víctima, quien manifestó que el acusado ha enviado a sus familiares a decirles que hagan mediación. El día del entierro le llegaron a ofrecer dinero a cambio de la libertad incluso, pero aseguró que ellos como familia no quieren dinero porque no llena el vacío que deja la pérdida de un ser querido.
La familia de Molina desea que el acusado pague con cárcel y solicitaron a la judicial que le dijera al abogado y a la familia del acusado que no los busquen, porque no quieren ningún tipo de acuerdo.
La judicial después de analizar y escuchar la acusación, durante la audiencia preliminar admitió la misma, dictando prisión preventiva por tener la agravante de conducir en estado de ebriedad y programó la audiencia inicial para el día martes 26 de febrero.
Durante su intervención el abogado defensor solicitó a la judicial la medida cautelar, es decir casa por cárcel. La juez Victoria del Carmen López Urbina dijo que se afectó el bien jurídico por excelencia como es la vida, por tal razón rechazó la petición.
En el rostro del acusado no se miraba ni la más mínima expresión de arrepentimiento al escuchar los hechos.