En Nicaragua los padres que tienen hijos que sufrieron los embates de la violencia propagada, auspiciada y promovida por medios como 100% Noticias
"Lo más difícil es ver tu hijo en una cama y que no pueda caminar. El 5 de junio a mi hijo me lo balearon, me lo dejaron inválido, debido a todo lo que pasó en este país, debido a tanto odio que tuvo toda esta gente. Miguel Mora, Jaime Arellano, toda esta gente que estaba ahí incitando al odio, no teníamos nosotros protección, la policía estaba acuartelada y estábamos a merced de toda esa gente", expresó este jueves Cándida Medina, madre de la víctima.
"Fue el 5 de junio a las 7 de la noche, mi hijo venía saliendo de la casa en la moto y ahí se armó la balacera y le llegó una bala a mi hijo en el barrio Germán Pomares. Mi hijo se llama Elías Alexander Velásquez, gracias a Dios no le tenían hijos porque si no cómo estuviéramos a estas alturas", agregó Medina.
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Se dice que no hay mayor dolor como el que sienten los padres al perder a sus hijos, en lo que es un proceso que difícilmente puede superarse.
"Mi hijo pereció de una estocada en el cerebro, le sacaron la mitad del cerebro, estuvo hospitalizado 17 días y murió el propio día de su cumpleaños, que fue el 25 de mayo. Eso ocurrió por San Sebastián, él andaba una mochila perteneciente al partido, ese día había tranque, marchas y lo comenzaron a ofender, a decirle sapo y le dieron una estocada en el cerebro", detalló Jaime Sevilla, padre de otra víctima del odio de Miguel Mora.
Son padres de diferentes hijos pero unidos por procesos dolorosos a causa de los hechos ocurridos en la ola de violencia que vivió el país, en un intento fallido de Golpe de Estado.
"Por eso andamos aquí en la Fiscalía, nosotros no queremos que esta gente ande libre, nosotros queremos que paguen, que caigan presos, pero no es justo, porque no solo es mi hijo, son muchos debido a toda esta situación que pasó", afirmó Cándida Medina.
Una vez interpuesta la denuncia en la Fiscalía, los padres esperan que inicie un proceso judicial que quizás no va retroceder el tiempo, pero al menos el caso de sus hijos no quedará impune.