A eso de la 1 de la madrugada de este viernes, un brutal accidente en el km 12.8 de la Carretera a Masaya cobró la vida de dos personas que viajaban a bordo de una motocicleta, la que se estrelló contra un árbol de nim tras viajar a exceso de velocidad.
La motocicleta quedó partida en pedazos al igual que los cuerpos, cuyos miembros estaban regados en un radio de unos 120 metros.
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Un supervisor de una Empresa de Seguridad Privada relataba que unos minutos antes, en el sector del km 9.5 de esta carretera, él supervisaba uno de los puntos a cargo cuando a su lado pasó "como alma que lleva el diablo", a una velocidad que sin duda supera los 150 kilómetros por hora y para su sorpresa cuando llegó al lugar de la tragedia, se encontró con la misma motocicleta; pero esta vez hecha trizas y con restos de cuerpos humanos regados por toda la carretera.
Así mismo, otros conductores que al pasar por el lugar de la tragedia se asombraban pues dentro de la tranquilidad y oscuridad, veían cómo pasaban al lado de pedazos de cuerpo como si se tratara de una masacre al estilo de sicarios.
Estos empezaron a hacer señas a los conductores que pasaban por este punto y algunos como que no les importaba hasta pasaban encima de las partes desmembradas de los fallecidos.
Gracias a la información de la circulación se logró llegar al dueño de la motocicleta, de nombre Miguel Ángel Sánchez Martínez, quien al llegar al lugar identificó a uno de los fallecidos como Roberto, mejor conocido como “Tito”, el mecánico que le daba el debido mantenimiento a su medio de transporte y con la que pretendía correr el próximo domingo.
“La moto es lo de menos, eso se repone de una u otra forma; pero la vida de mi amigo no se repone con nada. Me preguntó qué andaba haciendo a esta hora probando la moto, lo podía hacer en otro momento, ya ven cómo vino a terminar el pobre”, exclamaba Miguel al referirse a uno de los fallecidos; de quien agregó que proviene de una familia trabajadora que se dedica a la mecánica. Este habitaba en el barrio Milagro de Dios.
Un fuerte dispositivo policial se hizo presente para realizar las debidas investigaciones y llegar a las causas de este trágico accidente que cobró la vida de dos personas, las que fueron recogidas parte por parte por los forenses del Instituto de Medicina Legal.
Como es de esperarse en estos casos, al ser informados los familiares de las víctimas y llegar al lugar de la tragedia, el llanto y el dolor son las principales muestras de la impotencia por no querer aceptar que un ser querido ha partido de este plano de vida.
