Bajo la custodia de la Dirección de Auxilio Judicial Nacional, fueron llevados al juzgado Noveno Distrito Penal de Audiencias, a cargo de su titular, el juez Celso Urbina, los sujetos Eric Antonio Carazo Talavera de 18 años, Christopher Marlon Méndez de 23 años, Ulises Rubén Toval Ríos de 23 años y Steven José Espinosa ó Misael Espinosa de 24 años de edad.
Los acusados son señalados de los delitos de asesinato, lesiones graves, entorpecimiento de servicios públicos, profanación, portación ilegal de armas de fuego y municiones, asimismo, del delito de fabricación, tráfico, tenencia y uso de armas restringidas, sustancias o artefactos explosivos. Por estos mismos delitos también son investigados los ahora prófugos de la justicia Juan Ramón Mena de 26 años de edad, Óscar José Jehovani Jaime y otros dos de quienes ya se tiene pista de su paradero.
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De acuerdo al Ministerio Público, los delincuentes que enfrentan el proceso de audiencia preliminar. Ellos son plenamente identificados de ser los autores directos de asesinar al ciudadano Francisco Ramón Arauz Pineda, después de haberle propinado un disparo en el tórax y cuello, con un fusil AK que portaban los delincuentes en los tranques, dejando a la víctima tendido en un charco de sangre en el barrio 8 de Marzo, propiamente del colegio Arbizú 4 andenes al sur.
Por si fuera poco, cómo poseídos por el demonio, los tranquistas arrastraron el cuerpo sin vida por varios metros, acto seguido lo golpearon con las armas que portaban y lanzaron adoquines sobre su cuerpo, para al final rociarlo de gasolina y prenderle fuego, pero antes, para continuar saciando el odio, pusieron un trofeo en mano del occiso, y continuaron celebrando cómo si se tratará de un ritual satánico que los ahora procesados realizaban sobre el cuerpo sin vida, siguiendo las directrices de los mal llamados dirigentes de la Sociedad Civil, de cómo tratar a alguien que piensan diferentes a ellos.
Esta tragedia ocurrió el pasado 16 de junio, aproximadamente a las seis de la mañana, en donde además resultó herido el trabajador de la alcaldía de Managua, José Antonio Fernández Robles, quien recibió tres impactos de bala de un fusil AK, siendo auxiliado por vecinos y después a bordo de un vehículo particular trasladado hasta el hospital Alemán Nicaragüenses, donde permaneció por varias semanas. Afortunadamente logró sobrevivir y permanece junto a su familia, contando los tristes momentos que le tocó vivir.
El juez Celso Urbina al ver las abundantes pruebas convincentes que presentó la Fiscalía, que está basada en testimonios de testigos y víctimas que lograron sobrevivir y que demuestra la participación de los hoy acusados en el horrendo crimen, remitió la causa a audiencia inicial para éste próximo 14 de noviembre a las 9 de la mañana.